El UCAM CB Murcia de Ibon Navarro aprendió a montar en bici hace unos meses. Después de recorrer unos kilómetros al día, se atrevió a subir alguna que otra montaña. Pero fue a base de caídas y de magulladuras cuando en más de una ocasión dejó atrás a los favoritos del pelotón. El equipo universitario ha aprendido a hacerse fuerte ante la adversidad y si en cada partido aparecen nuevos hándicaps, más actitud pone para intentar superarlos. Ayer, ante el San Pablo Burgos (67-64), supo adecentar sus problemas en el juego exterior de los últimos meses y lo hizo con un Charlon Kloof que en tan solo unos días se ha encontrado como el único base de la plantilla disponible tras las lesiones de Clevin Hannah, al sufrir una enlongación aductor ante el Iberostar Tenerife en la Champions el pasado miércoles, y de Alberto Martín, que dijo adiós a la temporada a principios de semana tras romperse el tendón de Aquiles.

Dos hechos que han mermado todavía más a un plantel que no hace mucho era capaz de subir puertos de tercera categoría con algo de soltura y que ahora sufre con cada pedalada cuando la pendiente empieza a cambiar. Y es que cuando el UCAM aprieta en defensa es capaz de sacar de quicio a casi cualquier rival. Sin embargo, de forma paradójica, eso también le termina pasando factura cuando tiene el balón en su poder. Al equipo murciano le cuesta 'fabricar' posesiones fluidas que le permitan anotar dos o tres canastas limpias de forma consecutiva sin tener que agotar la barra de energía cada veinticuatro segundos. Aunque, lo cierto, es que se ha acostumbrado a una vida en la que no entiende que pueda obtener algo a cambio sin pelear ni 'rasparse' las rodillas.

Con Urtasun haciendo de base cada vez que Kloof iba al banquillo -mermado por cuatro faltas y tras la ausencia de Hannah-, el UCAM consiguió firmar sus primeras ventajas del encuentro al término del tercer cuarto y al principio del último, donde llegó a contar con una distancia de hasta 13 puntos. Sin embargo, el San Pablo Burgos nunca bajó los brazos y llegó a meterse en el partido. A cinco minutos del final contó con la última posesión en un triple de Edu Martínez que de entrar hubiera forzado la prórroga, pese a los intentos de Soko y el propio Urtasun por hacer falta.

El enésimo desenlace agónico de este curso, pero que, por suerte, acabó con final feliz para cortar una racha de tres jornadas sin ganar en la Liga Endesa, acercarse otra vez a los puestos de cabeza y encarar con más confianza el miércoles el duelo de vuelta de los octavos de Champions ante el Iberostar Tenerife en el que los universitarios tendrán que ganar al campeón en su casa por una diferencia de seis puntos para pasar de ronda.

El UCAM arrancó el partido con problemas en el lanzamiento exterior hasta que Vítor Benite logró cortar la mala racha (5-5). La intensidad en los primeros compases fue máxima en las dos canastas y Rojas se marchó al banquillo antes de tiempo por un golpe que le dejó renqueante. Los universitarios se rehicieron con Antelo y Soko como alero y fue de nuevo Benite quien adelantó a los locales para obligar a solicitar tiempo muerto a Diego Epifanio, entrenador del Burgos (12-7). Sin embargo, los visitantes reaccionaron con un parcial de 0-9 que tuvo que cortar Ibon Navarro con otro tiempo muerto para llegar al final del primer cuarto con una entrada a canasta de Kloof (16-16).

Simplemente la presencia de Sebas Sáiz en la pintura del San Pablo Burgos hizo mucho daño al UCAM al inicio del segundo cuarto y fue entonces cuando Urtasun entró en juego por primera vez haciendo tareas de base. El cuadro murciano siguió atacando con problemas, a pesar de un triple del navarro y otro de Antelo (23-22), y antes del descanso tuvo que ir a remolque del Burgos, que llegaba a Murcia con las bajas de Jenkins y Gailius, con Huskic haciendo daño en el poste bajo (27-32). No obstante, el UCAM logró reaccionar a tiempo y firmó un parcial de 5-0 para llegar a la pausa reglamentaria con un marcador mucho más apretado y que pudo igualar en la última posesión del primer tiempo (32-34).

Aún así, los aficionados que se dieron cita en el Palacio no las tenían todas consigo. Pero fue entonces cuando el UCAM dio un golpe en la mesa. A base de encadenar buenas defensas que se sumaron a varios errores del Burgos en ataque, los universitarios tan solo encajaron nueve puntos en el tercer cuarto y comenzaron a cocinar su triunfo. Ovie Soko sacó petróleo en el poste bajo y Urtasun movió bien el balón ante las cuatro faltas de Kloof que le enviaron al banquillo (45-39). No obstante, algunos fallos de concentración atrás dejaron alguna que otra puerta al Burgos como en una acción de Schreiner, aunque los de Ibon Navarro aprovecharon sus visitas al tiro libre para colocar una renta de ocho puntos (50-43).

El UCAM mantuvo el nivel desplegado en el tercer cuarto y lo aprovechó para empezar a encarrilar el partido con los triples de Oleson y Antelo, que se sumaron a un mate de Tumba a siete minutos de lfinal (58-45). Los universitarios marcaron los tiempos del partido e intentaron jugar posesiones inteligentes en los últimos minutos para no darle vida al Burgos (62-49) y otro triple de Urtasun pareció enfriar los ánimos. Pero, los problemas llegaron, y casi sin hacer ruido el cuadro visitante aprovechó los errores del UCAM. Pero Kloof, tras cazar un rebote ofensivo, controló un fuego que terminó apagándose en el último lanzamiento (67-64).