De los últimos cursos en Segunda División B, el Real Murcia actual es con diferencia el que menos jugadores nacidos en la Región cuenta entre sus filas, pero en este momento de la temporada se ha producido una circunstancia que tampoco es sencilla dada la dificultad de tener protagonismo en un equipo que se ha renovado en el mercado de invierno, pero que en las tres últimas semanas se podría decir que tiene montado algo así como una pared de roca 'made in Murcia', ya que el capitán, Armando Ortiz, y el canterano Juanma Bravo, los dos únicos murcianos de la primera plantilla, llevan casi un mes seguido siendo los referentes del conjunto grana en el centro del campo. De hecho, no es ninguna casualidad que ambos jugadores, en este tramo de la temporada, sean titulares para un José María Salmerón que suele premiar el rigor táctico y el sacrificio personal, dos matices que estos futbolistas se encargan de poner de relieve sobre el césped.

Que el capitán haya sido titular para todos los entrenadores que ha tenido el Real Murcia en las últimas cuatro temporadas son hechos que hablan por sí solos. Armando Ortiz es un centrocampista tan polivalente que, con la camiseta del Murcia, ha actuado por distintas circunstancias desde el centro de la defensa hasta en el lateral derecho, otra prueba más de su alta eficacia. Esta temporada acumula 1.873 minutos sobre el campo repartidos en 22 partidos como titular, ya que curiosamente su suplencia más reciente resultó igual que el partido, una decepción, ya que el capitán arrancó desde el banquillo el choque de Nueva Condomina que terminó con derrota ante el Melilla de hace un mes, posiblemente uno de los peores partidos de los granas como locales al margen de la suplencia del capitán. Y sea casualidad o no, la realidad es que Juanma, que venía de destacar en El Ejido, tampoco jugó contra los norteafricanos de manera inesperada en el primer revés serio que ha sufrido el Murcia de Salmerón.

Como el currículum de Armando se lo conoce la afición perfectamente, esta temporada ha sido más sorpresa la irrupción de Juanma Bravo, desde el Imperial de Tercera División a la titularidad en la primera plantilla, donde este curso ha llegado incluso a lucir el brazalete de capitán en la Copa del Rey. Fue en las tres primeras rondas del torneo copero cuando Juanma, con Sanlúcar como técnico, hizo un primer intento de derribar la puerta de la titularidad, aunque solo obtuvo como continuidad desde la sexta a la décima jornada como titular, un tramo en el que el equipo generaba tantas dudas que quizá no era el momento ideal para cargar de responsabilidad a uno de los menos veteranos del vestuario por muy bien que lo estuviera haciendo.

Y es que Juanma Bravo sigue teniendo el mismo fútbol, pero con Salmerón pasó una prueba de fuego que tuvo su recompensa a los quince días, ya que tras ser uno de los mejores en la victoria a domicilio en El Ejido, su entrenador decidió mandarlo al banquillo a la semana siguiente, un día en el que todo le salió mal al cuerpo técnico, ya que el Melilla se fue con los tres puntos de Nueva Condomina, algo que por ahora no ha vuelto a ocurrir. Sin embargo, tras el mencionado partido, Juanma Bravo aparece ya en el once titular del derbi de La Condomina ante el UCAM que termina con empate (1-1) y sigue manteniendo su puesto tras partir de inicio también en la victoria ante el Villanovense en el «mejor partido» de los granas este curso, según palabras del propio Salmerón, al mismo tiempo que también fue de la partida el domingo en el empate sin goles en la visita a Mérida.

José María Salmerón tiene a varios jugadores que pueden moverse en esta demarcación, pero lo que sí tiene claro, con las estadísticas en la mano, es que su equipo no conoce la derrota en las tres semanas últimas en las que Armando y Juanma son los encargados de sostener al equipo y mantener el equilibrio en el centro del campo.