El Real Murcia logró una agónica victoria en Écija que certificó en el tiempo añadido. Los de Salmerón, que no supieron sentenciar cuando debían, se vieron sorprendidos por el empate de los locales y después de quedarse en superioridad numérica aprovecharon los minutos del añadido para firmar un triunfo que le permite no despegarse de los equipos de cabeza en una jornada en la que el Cartagena, el Extremadura y el UCAM no fallaron. Aunque los tres puntos siguen sin dar para pisar la zona de privilegio -tras 20 encuentros, los murcianistas siguen sin ser capaces de ello-, el cuarto clasificado, el Marbella, está a un punto tras empatar frente al Mérida. El líder se mantiene con seis de ventaja.

Son ya seis jornadas sin perder las del equipo de Salmerón, que parece seguir en buena línea hacia su objetivo. No tardó más que cinco minutos el Real Murcia en lograr su propósito de adelantarse en el marcador. Sería porque había ganas de revancha de la victoria del Écija en Nueva Condomina, el caso es que el equipo murciano se adelantó por medio de Elady Zorrilla, quien aprovechó las facilidades que concedió la defensa local después de un gran servicio de Santi Jara.

Era el séptimo gol del jugador del conjunto murciano y la mejor noticia para el equipo de Salmerón, que afrontaba el partido con garantías. Además de ver como Elady recuperaba el olfato goleador -no marcaba tras volver de su sanción de cuatro partidos-, los granas se sentían cómodos. Fran Carnicer volvía al once inicial y Juanra y Fornies secundaban a David Mateos y Orfila.

Con el 0-1, el Murcia intentó ampliar su ventaja para refrendar su dominio y dejar tocado a su rival. Lo probó Fran Carnicer en una acción que sin embargo resultaría invalidada por fuera de juego.

Empezó a llover en San Pablo mientras el Écija seguía sin saber como hacer daño a un Murcia que presentaba una imagen excelente, seguro atrás y compacto en las demás zonas, con ideas y con buena salida de balón. Y fruto de ese buen juego el segundo gol se veía venir, como en una jugada en la que Pedro Martín cruzó en exceso.

Cada vez se ponía más difícil el campo y el balón ya no se movía con soltura. Un cabezazo de Orfila tras un saque de esquina significó una nueva ocasión para los de Salmerón, que eran dueños y señores del partido.

A esas alturas del partido cobraba protagonismo la figura de Fermín, que salvaba a su equipo de varios goles a su equipo. Sánchez y Jara se erigían en los mejores rematadores de un Murcia que se no tenía rival y que como única nota negativa no había sido capaz de haber dejado sentenciado el encuentro.

La primera ocasión del equipo astigitano, que no había demostrado nada hasta entonces, no llegó hasta la media hora de juego y fue sólo una acción aislada. El equipo sevillano, sin embargo, apretó en los últimos minutos de esta primera parte aprovechando que el Murcia había quitado el pie del acelerador.

Y se le pudo complicar tontamente el partido al Murcia con un penalti por unas manos de Juanra que detuvo Biel Ribas evitando el empate justo antes de llegarse al descanso. El portero murcianista confirmó ser un auténtico especialista al detener la cuarta pena máxima en lo que va de temporada.

En la segunda parte y después del susto con el que se cerró la primera parte, el Real Murcia volvió a hacer gala de superioridad para neutralizar a un Écija que no encontraba la manera de hacer daño a los murcianos.

Pero los de Salmerón seguían sin poder sentenciar y dejaban el partido abierto a cualquier imprevisto. Movía el banquillo el técnico murcianista para buscar más chispa en los suyos, a los que les costaba ahora llegar con claridad al área del Écija, que se había hecho más fuerte.

Un cabezazo de David Sánchez que atrapó Fermín sin mayores problemas fue la única señal de un Murcia que se sentía superior pero que no lo manifestaba de forma eficaz.

Iniciativa de los sevillanos

El partido se había equilibrado y aunque el Écija tampoco hacia daño, si que parecía más peligroso que en el primer período, sobre todo porque el Murcia había reculado y dejaba más iniciativa a los sevillanos.

Y cuando menos se esperaba, llegó el gol del empate por parte de los locales, que castigaba el exceso de autosuficiencia de los murcianos. David Castro batía a Biel Ribas después de unos rechaces en el área en los que la defensa murciana pudo haber hecho algo más.

Se le complicaba el partido al Murcia, que sin embargo tenía una baza a su favor cuando con poco más de diez minutos para el final era expulsado Moyita después de golpear a Martin. El equipo de Salmerón tenía superioridad numérica para buscar el segundo gol aunque también con la dificultad añadida de asediar a un equipo que se iba a encerrar en su área.

Sin embargo, el Murcia no fue capaz de generar peligro y aún sería el Écija el que estaría a punto de hacer el segundo con un disparo de Escardó que salió junto al palo. Entre tanto, el portero del Écija requirió asistencia médica por un tirón muscular. El colegiado concedía cinco minutos de añadido y una oportunidad más para que el Real Murcia pudiera hacer el segundo. Y esa opción si que le sirvió, apenas en el primer minuto de la prórroga marcó Juanra después de un barullo. El Real Murcia aguantó los minutos que quedaban para conservar su valioso botín e iniciar la segunda vuelta con la sensación de que está preparado para asaltar antes o después la zona de play off.