El UCAM Murcia consiguió una importantísima victoria (86-91) como visitante, su decimotercera, que le sirve para continuar optando a los puestos de playoff, dejando al Morabanc Andorra en el camino para cualquier eventual empate a final de temporada y recuperando la dinámica ganadora tras la dolorosa derrota en la prórroga ante el Real Madrid.

No fue un partido especialmente bueno en términos generales para los de Katsikaris, que funcionaron a arreones una buena parte del encuentro. Pero sí supieron dar la respuesta puntual a los intentos andorranos de separarse en el marcador, principalmente a base de talento, y tuvieron el suficiente carácter para mejorar sustancialmente su defensa a medida que se acercaba el final del partido. A partir de ahí, llegó un gran acierto desde la línea de tres puntos (hasta 16 triples, con Wood, Antelo y Radovic como francotiradores) que golpeó una y otra vez a la zona de los locales hasta hacerles capitular.

Scott Wood, letal desde la larga distancia, fue el máximo anotador del partido (20), y contó con el buen hacer de Antelo, Radovic, Campazzo y Cabezas para contrarrestar la calidad de Shermadini bajo los aros y la capacidad de Stojanovski y Holt.

El UCAM comenzó el partido dormido en defensa, incapaz de parar los ataques de Clark y Stojanovski, se vio superado en todas las facetas del juego y comenzó con un 7-2 que delataba el mal desempeño murciano. Sólo Campazzo parecía poner la intensidad necesaria, suficiente para asistir para dos triples a Radovic (7-8), aunque los problemas no terminaron ahí.

El UCAM iba por ráfagas en el primer parcial, lo que sin embargo le daba para hacer la goma en el marcador, como cuando Antelo asistió a Arteaga y a un tiro triple de Wood que paliaban la ventaja de 20-13 que había acumulado un Morabanc Andorra mejor en términos generales (20-18).

El segundo cuarto no registró un cambio en la dinámica del partido, salvo por la irrupción de un Arteaga efectivo que hizo significativos sus minutos con puntos e intimidación. Aún así, Holt y Jones se mostraban difíciles de parar para la defectuosa defensa murciana y separaban en el marcador a los locales (31-26). El ataque era lento y poco preciso por parte de los de Katsikaris, con el único recurso de un Wood entonado que sostenía a su equipo amenazando desde la larga distancia y permitía que su equipo no se descolgara mucho a pesar del carrusel de tiros libres que disfrutaba Andorra (42-32).

Sin embargo, de nuevo el UCAM Murcia demostró que podía hacer daño en arrenoes puntuales, siendo especialmente intenso el que comandaron Cabezas y Antelo justo antes del descanso, castigando con canastas varias buenas defensas que llegaron en el momento más oportuno que se combinaron con una antideportiva a Sada sobre Rojas y una técnica a Peñarroya que terminaron por limar la diferencia a favor de Murcia hasta el empate que se registraba al paso por vestuarios (41-41).

El descanso vino extraordinariamente bien a un UCAM Murcia que salió con una mentalidad completamente distinta. Fue más intenso en defensa y en el rebote, y en ataque se basó en la entrada en juego de Campazzo y Benite, que hicieron mucho daño cuando antes habian pasado inadvertidos en ataque, principalmente con transiciones más rápidas que pillaron descolocado al equipo local.

De ahí salió un intercambio de canastas contra Shermadini que se mantuvo durante unos minutos y sólo gracias a la labor del georgiano. Pero la electricidad de Campazzo contagió al resto del equipo, y con Antelo y Radovic formó una gran sociedad que permitió la máxima ventaja del partido tras triple del gallego (59-68) justo a tiempo para el final del tercer cuarto. Esto dio un importante impulso de moral a los de Katsikaris, mucho más fiados a una buena defensa y una concentración desconocida hasta entonces en el encuentro, que dio paso a una mayor confianza en el tiro y mejores porcentajes.

Pero había que mantener el tipo en el cuarto, algo que intentó Katsikaris de inicio juntando a Campazzo y Cabezas simultánemente en pista. No le dio resultado al griego, y Andorra comenzó con un 7-0 que acercó mucho a los locales (66-68), hasta que llegaron Radovic y Antelo para apagar el fuego a base de triples, estando especialmente acertado el gallego con dos consecutivos (68-77).

El Morabanc Andorra parecía ser un equipo más sólido que Murcia en muchos aspectos, menos en el de una defensa en zona en la que insistió Peñarroya con poco éxito, ya que primero Wood (3 consecutivos) y después Cabezas ametrallaron desde más allás de la línea de tres puntos y allanaron el camino hacia la victoria para los visitantes (79-89), ya que Andorra no era capaz de responder más que desde la línea de tiro libre, con su rival parando los ataques a base de faltas.

Un triple de Bogdanovic (84-89) puso emoción al partido a falta de 49 segundos, pero bajo a la batuta de Cabezas, infalible a la hora de mantener la calma en los ultimos compases del partido, no cundió el pánico y se aseguró el encuentro de manera sensacional (86-91).