El UCAM Murcia cumplió con su guión y superó con claridad al colista en una demostración de que cuenta con una buena cuota de confianza y por ello no hay lugar a la sorpresa cuando se quiere mantener al equipo en la elite de la Liga Endesa. El hecho de acumular tres victorias consecutivas, algo a lo que la parroquia murciana está muy poco acostumbrada, atestigua el gran momento de Katsikaris y los suyos.

Una vez más, el trabajo solvente en defensa y la aportación coral en ataque (4 jugadores por encima de los 10 puntos y el resto aportando al marcador, menos un Rojas que fue expulsado y el canterano Ortega) bastó para superar en todas las facetas el partido a un Retabet GBC que hizo justicia a su condición de colista en el Palacio, sin apenas recursos para plantar cara y sumando una actitud insuficiente ante un equipo en sus horas más altas.

El inicio del partido estuvo marcado por el duelo individual en el puesto de pívot de Lishchuk y Agbelese, quienes contra todo pronóstico acapararon el ataque de sus respectivos equipos en un entorno de férreas defensas que imposibilitaban el juego por fuera.

La igualdad se mantuvo hasta que aparecieron Radovic y, sobre todo, un Campazzo que se encargó de marcar un tiempo más alto de partido mientras la defensa de Llompart se lo permitía. De la mano del argentino, que aprovechaba la superioridad de sus interiores en el rebote para lanzar al equipo con velocidad. El 18-8 en el marcador atestiguaba la superioridad murciana en la parte final del primer acto, ventaja que se consolidó con Kelati acertando desde la línea de tres puntos y arreglando unos malos porcentajes en el tiro lejano del resto del equipo (22-16).

El segundo parcial se desarrolló lentamente, al menos después de que Kelati y Antelo convirtieran sendos triples nada más empezar con los que el UCAM Murcia ganó cierta tranquilidad ante un rival no demasiado ambicioso (28-16). La diferencia se fue manteniendo a lo largo de los minutos de manera cómoda para los hombres de Katsikaris, que transitaban sin demasiada brillantez por el partido, pero les daba para mantener a raya a un Guipuzcoa Basket sin recursos, como dejaba patente que tuviera que ser el de siempre, Doblas, el que asumiera la responsabilidad y mantuviera a flote a los suyos.

La tranquilidad se mantuvo hasta que Rojas fue expulsado del partido por una doble técnica fugurante en apenas un minuto de juego, por coger el balón tras una canasta y protestar consecutivamente la decisión posterior del colegiado, a quien no le tembló la mano. La verdad de lo que le dijera quedará probablemente reservada, pero es llamativa la severidad de la decisión sobre un jugador que parece que se ha hecho un nombre entre los árbitros por su efectiva manera de defender. A pesar de todo, con Cabezas y Antelo abstrayéndose del ambiente, el UCAM pudo mantener una cómoda ventaja con la que estrenar la segunda parte (44-31).

Tres triples de Wood nada más comenzar el cuarto, provenientes de estudiadas e inteligentes jugadas de equipo para liberarle, sorprendieron al GBC y redujeron aún más sus opciones en el marcador (54-35). El UCAM estaba cargado de confianza y se notó a la hora de contener los intentos del equipo de Fisac de mantenerse en el encuentro. La defensa matuvo el buen tono general de todo el partido y el conjunto visitante no disponía hoy de argumentos de ningún tipo para darle una vuelta de este calibre al encuentro, que parecía sentenciado a mitad del tercer acto (60-39).

Quedaban diez minutos con una misión relativamente sencilla para los locales dado el marcador del final del tercer parcial (67-47). Tras unnuevo triples de Wood que consolidaba más aún la ventaja, Katsikaris dio paso al canterano Jose Ortega y quizá dio el mensaje equivocado al resto del quinteto, que pareció considerarlo todo hecho y lo que se llevó fue un 0-13 de parcial encabezado por Landry (70-60).

Pero el mensaje que dio acto seguido, cambiando a tres jugadores simultáneamente (incluido Ortega) fue más efectivo, puesto que Campazzo, Radovic y LIshchuk se combinaron para devolver la normalidad (75-60) en un alarde de espectáculo y efectividad.

Con las aguas de nuevo en su cauce el encuentro transitó hasta el final con el marcador controlado y el público contento, una nueva victoria para un UCAM Murcia que sigue en trayectoria ascendente y mantiene la plaza en el selecto grupo de playoff una jornada más (78-64).