La sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Murcia dio ayer carpetazo a la demanda por despido interpuesta contra el Real Murcia por Alberto Cifuentes, dando la razón al club grana y poniendo así prácticamente fin al contencioso, ya que al exfutbolista grana solo le queda ya la posibilidad de recurrir al Tribunal Supremo, aunque los asuntos que llegan a este organismo son tan restringidos que resulta muy difícil que pueda reunir todos los requisitos que le van a solicitar para aceptar el recurso.

El futbolista reclamaba el pago del año que le restaba de contrato con el Real Murcia cuando fue despedido en el verano de 2013 junto a otros cinco jugadores tras el descenso deportivo del equipo, que después fue readmitido en Segunda División para ocupar la vacante dejada por el Guadalajara. En marzo de 2014 se celebró la vista en el Juzgado de Lo Social de Murcia, donde defendieron los intereses del club grana Guillermo Martínez Abarca y Juan Antonio Samper. El mismo juzgado rechazó dos meses después tanto la demanda de Alberto Cifuentes como la del central Jorge García, que también celebró el juicio. Paralelamente, en otros juzgados habían presentado demandas por el mismo motivo Emilio Sánchez, Paco Sutil, Mehdi Nafti y José Manuel Catalá. En el caso del primero sí se llegó a celebrar el juicio, pero en el resto no, ya que los jueces prefirieron esperar a conocer las primeras sentencias.

El Murcia puso fin a los contratos de esos seis jugadores después de producirse el descenso deportivo amparándose en una cláusula que rompía los compromisos en ese supuesto. Pese a que el club terminó finalmente jugando de nuevo en Segunda División, los tribunales han dado la razón a los granas, que estuvieron respaldados en el juicio por Carlos del Campo, secretario de la Liga de Fútbol Profesional.

En el club grana existe ahora pleno convecimiento de que todas las demandas se resolverán como la de Alberto Cifuentes, lo que supondría a la entidad un ahorro de un millón de euros.