El 27 de marzo de hace 56 años se celebraba la inauguración de la temporada de 1962 del Teatro de las Naciones en París. Una fecha casi como cualquier otra, pero que desde hace décadas sirve para que todos aquellos actores, directores, productores, escenógrafos y compositores que ‘viven’ sobre las tablas se unan y celebren «el arte más antiguo», pero también «el más presente».

Con estas palabras ha definido la periodista y dramaturga mexicana Sabina Berman aquello que hoy nos compete: el teatro. Y su palabra resonó ayer en Murcia con fuerza, intención y, sobre todo futuro; futuro como el que representan Ángela García y Salvador Silla, «dos jóvenes que, aunque son casi adolescentes, ya están formándose en el arte de la interpretación; dos jóvenes que bien podrían ser dos enamorados llegados de Verona y ser una Capuleto y un Montesco dispuestos a morir de amor, pero que sobre todo están dispuestos a vivir por y en el teatro», aseguró la encargada de presentarles ante los medios y ante la gran familia teatral de la ciudad, Esperanza Clares, directora de producción de Alquibla Teatro y presidenta de MurciaaEscena, la asociación responsable de la lectura ayer del manifiesto por el Día Mundial del Teatro.

Ellos fueron los encargados de poner voz al texto escrito por Berman para el Instituto Internacional del Teatro, que esta vez, como explicó Clares al inicio del acto -celebrado en el Salón de los Espejos del Romea-, seleccionó cinco autores para escribir el texto para este 27 de marzo, uno de cada una de las cinco regiones de la Unesco: Asia Pacífico (Ram Gopal Bajaj), los Países Árabes (Maya Zbib), Europa (Simon McBurney), África (Were Were Liking) y las Américas. «Cualquiera de ellos habría sido válido y fantástico», apuntó Clares.

La mexicana se remonta a la prehistoria, a los tiempos en los que los mamuts dominaban la Tierra y el hombre primitivo comenzaba a representar ante el fuego de la hoguera la cacería del día: «Cuatro hombres son el mamut, tres mujeres son el río, hombres y mujeres son pájaros, árboles, nubes. Así, la tribu captura el pasado con su don para el teatro. Más asombroso: así la tribu inventa posibles futuros: ensaya posibles formas de vencer al enemigo de la tribu, el mamut».

Para Berman, lo que ayer se celebró a lo largo y ancho del mundo es la capacidad de nuestra especie «de imitar lo que no somos», de «representar al otro». «Hoy celebramos en todos los teatros del mundo esa gloriosa capacidad humana de hacer teatro. De representar, y así capturar nuestro pasado para entenderlo -o de inventar posibles futuros para la tribu, para ser más libres y más felices-», escribe. «Hablo por supuesto -añade la mexicana- de las obras de teatro que realmente importan y trascienden el entretenimiento. Esas obras de teatro que importan, hoy se proponen lo mismo que las más antiguas: vencer a los enemigos contemporáneos de la felicidad de la tribu, gracias a la capacidad de representar».

Al acto, al que acudió un buen grupo de representantas de la numerosa lista de compañías murcianas, tampoco faltó el consejero de Cultura, Javier Celdrán, que aprovechó su presencia para «felicitar» a los presentes y a todos los que viven del teatro, y reiterar su apoyo a la dramaturgia local, «que es la mejor manera de que nuestras generaciones futuras sean mucho más cultas y entiendan mucho mejor la Región y cómo funcionamos».