¿Bestiario fue un paso previo para este tránsito?

JV. Sin duda, ya que para mí fue la consolidación de un largo proceso personal como músico y compositor. Por fin abrí la caja de los truenos y pasé de componer mayoritariamente en inglés a hacerlo también en castellano, amén de lanzarme a tocar más instrumentos aparte de la guitarra, algo que ya había hecho anteriormente pero de forma más tímida y sutil. Bestiario y mis experiencias como productor en los últimos años han sido decisivas para que yo pudiese acometer, junto a mis compañeros, un disco como Nueva dimensión vital.

¿Qué ha tenido de especial esta grabación?

FP. Le hemos dedicado bastante más tiempo que al primero, tanto en la composición como en la grabación. No teníamos claro si queríamos seguir con lo mismo o tirar por otro camino, o las dos cosas. Así que nos pusimos a componer y cuando teníamos más de 20 canciones las grabamos. Luego decidimos, viendo lo que teníamos, tirar por un camino en el que había más canciones con un aire menos fronterizo y además decidimos elegir la mayoría de las que había en castellano.

JV. Es un disco más ´de estudio´ que el primero (The News Today), que es más crudo y directo. El primer disco se trasladó al escenario de una forma más fiel, mientras que este nuevo disco está variando mucho. Estamos recrudeciendo su sonido en vivo y es una experiencia muy grata y sorprendente para nosotros. Creemos que también lo está siendo para el público.

En cuanto a producción, ¿ha sido un proceso especialmente laborioso?

FP. Eso lo ha trabajado Javier Vielba junto a Dani Alcover en la mezcla, y el resultado nos ha gustado mucho. Lo complicado esta vez fue mezclar tantas canciones y tratar de dar a cada una un aire personal, pero creo que eso se ha conseguido. ¡Bravo por ellos!

JV. La verdad es que han sido en torno a dos años de mucho trabajo. Hemos elaborado este disco con paciencia y mucho mimo.

¿Esa personalidad particular, más allá de Los Coronas y Arizona Baby, se ha alcanzado ya?

JV. Yo creo que sí, hemos pasado por todos los estadios evolutivos naturales de una banda. Primero te juntas a hacer versiones por diversión; en ese proceso, desarrollas un sonido común. A continuación, usas ese sonido con canciones propias. Una vez que tienes tu sonido y tus canciones, buscas la máxima expresividad, personalidad y naturalidad. Con este disco creo que estamos alcanzando esta última etapa€ ¡Y lo que nos queda!

FP. Sí. Al menos hemos dado el primer paso, que ha sido un buen paso. Ahora queda llevarlo a la maestría; a ver si sabemos y podemos.

¿Hasta qué punto existe una retroalimentación creativa entre todas las bandas en las que estáis metidos?

FP. Es constante e inevitable, y es lo que hace que tocar en un grupo sea algo más cercano a un juego que a un trabajo repetitivo.

JV. Conformamos, entre todas las bandas y proyectos, un gran árbol genealógico: somos familia musical, un gran sistema de vasos comunicantes.

Iniciar el álbum con el discurso que Chaplin pronuncia en El gran dictador es un recurso perfecto para introducirnos en el concepto general del disco. ¿Cómo surge esa idea?

FP. Es un discurso que tiene absoluta vigencia casi 80 años después. Las maquinas realizarán casi todos nuestros trabajos porque las leyes del mercado así lo han decidido, y porque nosotros lo hemos aceptado. El ser humano es poco fiable, se equivoca, se cansa, enferma, se deprime y además quiere vacaciones. El universo ultra-liberal capitalista en el que vivimos se apoya en la máxima eficacia al menor gasto, y ahí las máquinas siempre ganarán e igual que ocuparon nuestro trabajo primero en las fábricas, lo harán luego en los taxis, los autobuses, los cajeros de las tiendas y bancos, los recepcionistas de hoteles, profesores, camareros€ Y donde había 20 hombres trabajando habrá solo uno supervisando, qué chungo. Y encima todo será por nuestro bien o por nuestra seguridad. Mal camino llevamos, futuro de subsidios, plasma enorme en la pared y sofá. Por suerte parece que por fin aparecen mas opciones que las que hemos tenido hasta ahora, las que han dividido a la población de un país entre patronos y obreros. Ni patrones ni obreros, somos seres humanos sin más, a ver si por fin pasamos a esa fase.

En temas como La cuerda que nos dan, ¿mostráis vuestra visión comprometida del mundo?

FP. Lo hacemos en todo el disco, no hay más que saber leerlo. Somos bipolares y contradictorios, así que puede ser un poco complicado llegar al meollo del mensaje, pero estamos a mitad del viaje y bastante perdidos, espero que eso sirva para excusarnos.

JV. Somos viscerales y espontáneos en general, y en este disco más aún si cabe. Hay compromiso con lo humano, con lo natural, con lo que nos hace lo que somos.

En varias canciones mencionáis el término ´no pensar´. ¿Por qué?

FP. No pensar es nuestra realidad, la del occidental medio, lo que te lleva a la medicación, al consumismo, a aceptar las cosas por comodidad, a abstraerse demasiado, al escapismo o a no comprometerse, a echar las culpas a tus padres, a tu pareja, a tu jefe o al otro, siempre al otro. Vivir y no pensar es evitar el compromiso y aceptar que decidan por ti. Luego no puede haber queja.

Cantáis en Yo quiero ser yo: «Siempre he intentado ser excepcional a los ojos de los demás». Al final, ¿se trata de ser uno mismo?

FP. Sí, de tener los huevos de ser uno mismo, por lo menos a partir de cierta edad. El miedo de no ser aceptado nos lleva a asumir ciertos clichés y a poner en nuestra boca cosas con las que realmente no nos identificamos pero que sentimos que nos hacen más valorados entre la gente con las que nos movemos. La verdad es que no me parece mal que la gente en masa se compre coches feos y viva en edificios feos, acomodados en el sofá de su casa impersonal decorada por Ikea, me parece perfecto, cada uno es libre para elegir su forma de esclavitud. Simplemente expresamos que nosotros no, sin más.

Os despedís a ritmo de vals con Para qué. ¿Creéis que hay demasiada frivolidad? ¿Qué papel jugaría la música en todo esto?

JV. La música da sentido a nuestras vidas, nos hace felices y le da sentido a nuestra existencia.

FP. Tiene que haber de todo, frivolidad, seriedad, locura o sensatez. Lo nuestro no es más que echar un poco de peso en nuestro lado para que haya un mayor equilibrio. Vería absurdo tratar de imponer nuestra visión a quien no le guste.