Los actores María Adánez y Roberto Enríquez se convierten en portavoces de las familias a las que nadie escucha ante el drama del acoso escolar en El pequeño poni, un montaje dirigido por Luis Luque que pasará por Lorca (27 de octubre) y también tiene previsto representarse Cartagena y Yecla.

Según sus intérpretes y director, la obra va «más allá» del bullying y plantea preguntas sobre la libertad, la tolerancia y el miedo.

«Pocas veces se produce un efecto catártico así, creo que es porque hay algo que hace 'boom' dentro de todos los espectadores», relataron durante la presentación Enríquez, Adánez y Luque sobre esta obra de Paco Bezerra.

La clave para que se produzca esa catarsis, aseguran, reside en que el público «de todas las edades» se reconoce en El pequeño poni porque «en mayor o menor medida, todos hemos sufrido, visto o consentido» algún caso de acoso escolar.

La trama está inspirada en la historia real de Grayson, un niño de nueve años al que le prohibieron la entrada a su centro escolar después de sufrir varios ataques físicos y verbales por llevar una mochila de la serie infantil My little pony (Mi pequeño poni, inspiración del título). En este caso, ocurrido en Estados Unidos en 2014, la dirección del centro consideró «detonante de acoso» el hecho de que el pequeño acudiese a clase con la mochila de sus dibujos animados favoritos, acusándole de haber provocado «disrupción» en el aula.

«Ahí es donde empieza el error, al criminalizar al niño», sostienen los miembros del elenco, que ponen sobre la mesa preguntas «que están sin contestar» sobre los parámetros en los que se mueve la sociedad y las situaciones de «soledad y silencio» de los niños que sufren bullying y las personas de su entorno.

Desde el punto de vista de Enríquez (Fabero, León, 1968), aunque «a nadie le interesa» tener un caso de acoso escolar en su centro, la moral propia de los colegios privados religiosos hace que la tendencia a tapar estas situaciones sea más frecuente en este tipo de centros que en los públicos.

El leonés y Adánez (Madrid, 1976) encarnan a Jaime e Irene, los padres de Luismi, el personaje basado en la experiencia de Grayson que es víctima de bullying en la escuela. «En el espectáculo, los padres adoptan dos posturas en las antípodas sobre cómo afrontar el problema de su hijo, el padre prioriza su libertad y la madre, su seguridad», relatan los intérpretes, para quien El pequeño poni refleja «la guerra claramente ideológica» que enfrenta a la muy intolerante sociedad actual.

Para Adánez, popular por sus papeles en series como Aquí no hay quien viva y Farmacia de guardia, uno de los puntos fuertes del montaje es que no presenta «ni buenos ni malos», sino que ofrece una trama en la que «te posicionas por momentos pero pronto cambias de lugar porque todos los personajes tienen aristas».

El director, Luis Luque valora especialmente que, «como ocurre siempre en el buen teatro», el mensaje se convierta en «protagonista total».