Manolo Tena tiene tatuadas unas letras japonesas en su antebrazo que significan ´sobrevivir´. Él es un superviviente y un poeta, uno de los músicos malditos que sobrevivieron a la Movida y a su propio éxito.

Tras un largo silencio, el autor de himnos como Tocar madera o Sangre española regresa con un nuevo disco, Casualidades, y un documental en el que, por primera vez, habla de su adicción.

El título del nuevo disco tiene que ver con esas casualidades que desbaratan los planes que uno tiene en mente. De hecho, Tena, a sus 63 años, no tenía intención de volver a grabar un disco. Sin embargo, para su sorpresa, todavía había quien creía en él y decidió grabarle un disco.

Ahora confiesa que ha dejado atrás su infierno y sólo tiene una aspiración: «Alcanzar el respeto de la sociedad». Su regreso no es del modelo revival exprés: hay un vigoroso disco con canciones nuevas, que nos ofrece un reflejo creíble del artista, y hay unos conciertos en los que funde presente y pasado con generosidad y sólido respaldo instrumental.