En las escaleras de la Glorieta de España, en Murcia, junto a la fuente y la parada de autobuses, hay chavales que vuelan. Hay cinco escalones que no cumplen su función y a su alrededor se teje un entramado de estructuras urbanas de piedra gris, unas al lado de otras, que para un viandante poco detallista no suponen más que unas piezas que componen la ciudad, pero para los ´traceurs´ (así se llaman los que practican parkour) estos bordillos, barandillas, escaleras o asientos son la pista de despegue y aterrizaje para esta práctica singular.

Este deporte, una disciplina que adquiere la categoría de actividad deportiva porque es objeto de competiciones y exhibiciones a nivel mundial e implica un gran esfuerzo físico, es el arte de lograr que los obstáculos urbanos no te entorpezcan. Es, como detallan los expertos, una forma de moverse en cualquier parte, en la ciudad o en la montaña, de sobrepasar obstáculos con la ayuda del cuerpo, que con precisión y fuerza debe superar elementos urbanos para moverse por la ciudad.

Tras vivir el parkour una completa revolución en 2009 y 2010, años en los que realmente en la Región se empezó a notar un verdadero movimiento entre adolescentes que hoy en día son ya profesionales, ahora esta disciplina resurge de nuevo en Murcia apoyada por la concentración de más grupos de jóvenes que deciden poner seriedad a un deporte que antes se veía como un hobby.

Axel Dupre, Javi García Marti y Adrián Verra están al mando de profesionalizar, a través de la primera escuela de parkour en Murcia, esta forma de entender una simbiosis entre la actividad física y los componentes urbanos que hasta hace unos años era considerado como vandalismo por muchos que les recriminaban sus actos. «Nos han dicho que nos dedicábamos a romper el mobiliario urbano, e incluso nos ponían multas por practicar en la calle. La gente no sabía qué era esto», explica Adrián, un veterano del parkour que desvela que comenzó a practicarlo después del instituto, en 2010, junto a tres amigos. Un año más tarde ya eran 15 chavales que, reunidos en diferentes puntos de Murcia en los que no molestaban a las personas, se dieron cuenta de que el gusto por sentir que puedes controlar la ciudad al moverte por ella se había expandido entre la curiosidad de más principiantes.

Ahora, Adrián señala que Murcia ha acogido el parkour y lo pueden practicar con más libertad en zonas como las avenidas Juan Carlos I y de Europa, el barrio de La Flota y el parque de la Pólvora, o algún edificio abandonado de la Nueva Condomina.

Para saltar por los aires

Los fundadores del parkour tienen ahora entre 35 y 40 años, un deporte con origen en Francia y que ha dejado grandes escenas de cine como la persecución de James Bond,reencarnado en el actor Daniel Craig, a un terrorista en la película Casino Royale por un edificio en obras en Madagascar. El actor francés que hizo sudar al agente británico fue Sebastian Foucan, considerado uno de los padres del parkour y con el que trabajó Axel Dupre, de 30 años, el director de Parkour Karacter, una escuela que ha conseguido volver a poner de moda este deporte en Murcia y que, como él mismo señala, junta a alumnos de 8 hasta 45 años. «Está de moda porque lo ponemos de moda, cada vez hay más infraestructuras para practicar y esto consigue que la imagen del parkour esté cambiando, antes se veía como un peligro», explica Axel.

Axel llegó a Murcia hace cuatro años y creó la empresa en la que ahora le apoyan dos alumnos experimentados: Adrián y Javier. «Enseñamos a desarrollar el cuerpo y a controlarlo. Este sería el primer paso, después estaría controlar el entorno, jugar con él», comenta. Practican posturas para proteger el cuerpo de los impactos y también defienden valores. Y es en este punto donde Axel explica la importancia de que jóvenes de 10 y 13 años no confundan practicar este deporte de cualquier manera, sin técnicas previas, que tiene como consecuencia la destrucción de vallas, muros y, en definitiva, del entorno donde juegan.

Dupre, desde su experiencia como profesor, subraya la suerte de trabajar con chavales en riesgo de exclusión social que aprenden a confiar en sí mismos con las clases que imparte: «Con el parkour aprenden a tener confianza, les crea seguridad en los saltos, es una buena herramienta para ellos».

En estas clases dividen las técnicas en varios temas: trabajo de precisión, control del cuerpo, balance, equilibro. A esto le suman técnicas más avanzadas para la coordinación del cuerpo, como las que señala Adrián, que destaca el salto del gato, el rompemuñecas, el reverso, el 180, pasavallas o el grinteo. Serían las básicas y las que aprendería cualquier persona con algo de más de formación. El tema acrobático es el climax de este deporte: «Esto implica mucha técnica, mucho trabajo de potencia, tienes que desarrollar el cuerpo para que esté fuerte».

Jubilado ya como actor de doblaje en escenas de acción de la pequeña y gran pantalla y de anuncios para marcas tecnológicas y automovilísticas como Sony o Toyota, Axel vive esta segunda oleada de gusto por el parkour en Murcia como una «explosión» a la que ha contribuido con su escuela. Ve ahora un deporte, que antes contaba con muchas críticas y gente inexperta, que evoluciona hacia lo profesional. Sus vídeos en YouTube cuentan con miles de visitas y, con 30 años, enseña que «si trabajas mucho y aprendes a confiar en ti mismo, lograrás hacer ese salto que te parecía imposible».

Espacios públicos. Los ´traceurs´ piden al Ayuntamiento un lugar habilitado para practicar

Pese a que los aficionados al parkour se juntan cada vez más en grupos para practicar el deporte, dicen no tener todavía una zona habilitada en el municipio de Murcia donde poder trabajar la disciplina sin molestar a nadie y sin la posibilidad de dañar el entorno urbano. Esta es la principal reivindicación al Ayuntamiento de Murcia: «Nos gustaría que facilitaran una pista de baloncesto o de fútbol sala donde practicar con obstáculos». Los más profesionales, junto a Axel Dupre, han participado ya en exhibiciones en Las Torres de Cotillas, donde realizaron un taller, y en el Salón del Manga de Murcia. Sumado a esto, la experiencia en competiciones nacionales como internacionales es prolija e incluso han participado en programas de televisión como Ninja Warrior España.

La primera escuela en Murcia acoge ya a 150 alumnos. Parkour Karacter

En grupos de 10 aprendices por cada curso, hay distintos grados de dificultad en la escuela ´Parkour Karacter´, donde hay niños desde cinco años hasta adultos de 45. En su mayoría, son adolescentes de 10 y 13 años a los que la moda de este deporte les ha atraído mucho.