No reciben el apoyo de los padres y cada año el ciberacoso a los profesores de la Región irá a peor. Estas son algunas de las conclusiones que el sindicato ANPE-Murcia ha denunciado dados los últimos casos de incidencias con docentes registrados en la Comunidad en el curso 2016/2017. Por una parte, el sindicato de profesores señala un incremento de incidencias por ciberacoso, que llegan a suponer uno de cada cuatro agresiones a docentes (35 de 121 casos atendidos por ANPE el curso pasado), debido a una mayor connivencia entre los padres dentro de los grupos de Whatsapp que crean por cada aula. «Cuando un familiar insulta o amenaza a un profesor a través de un grupo de Whatsapp con otros padres, la consecuencia es que otros le sigan el ritmo y no defiendan al docente, y aquellos que no están de acuerdo mantengan silencio». Sin embargo, señalan que esa minoría de padres que no 'jalean' a los acosadores denuncian la situación ante el profesor para que tenga constancia.

El anonimato, por otra parte, que muchas veces profiere las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea a los alumnos, les sirve como base para proferir igualmente insultos, vejaciones o amenazas a los docentes. Entre estos dos casos, se suelen dar más incidencias por ciberacoso en los alumnos (24) que entre los padres (11), y en este apartado son los familiares de escolares de Primaria los que más acosan en un entorno virtual. Es por ello que el sindicato lleva denunciando desde hace tiempo que la educación ha trascendido de las aulas y se ha trasladado a ámbitos como las redes sociales, donde consideran que no es una fuente de formación útil para los alumnos, y esto choca con lo que los profesores quieren enseñar en el aula: «Ahora desafían la institución escolar y la autoridad del docente».

Esas «humillaciones a los profesores», señala ANPE, se suelen concentrar en Secundaria. Y es que la mayoría de alumnos con actitudes conflictivas se da en los cursos de 2º, 3º y 4º de la ESO, entre menores de 13 y 15 años. Por otra parte, la mayoría de los profesores que sufren estos conflictos son jóvenes,

A nivel global, ANPE-Murcia registró en el pasado curso 2016/2017 un total de 121 incidencias, un 4% menos que en el curso anterior, lo que refleja para el sindicato un descenso significativo tras tres años de aumento de casos de conflictos. Entre esas 121 incidencias destacan también cuatro casos por daños causados por alumnos a propiedades o pertenencias del profesor; nueve casos de agresiones y/o intimidaciones tanto de alumnos (7) como de padres (2) y 26 casos por acoso o insultos de los escolares o familiares.

Perfil del agresor

Partiendo de que 12 casos se han producido en Educación Infantil, 29 en Primaria y 80 en Secundaria, dejan claro desde ANPE que el perfil del acosador es el de un chico que carece de expectativas académicas y profesionales, presenta escasos hábitos de estudios y dificultades de aprendizaje, así como otros problemas académicos de distinta naturaleza, carece de habilidades sociales y provoca también otros conflictos con alumnos del mismo centro.

Pérdida de autoridad

La mayoría de las familias, según ANPE, consideran que el profesorado ha perdido autoridad y lo atribuyen a determinadas condiciones sociales, de entre las que destacan las siguientes: «El miedo existente en el profesorado a denuncias y represalias de las familias, las limitaciones que impone la normativa actual, la falta de reconocimiento en la sociedad a cualquier tipo de autoridad, la educación en el seno de familias que no transmiten el respeto a la autoridad y la falta de apoyo de la sociedad al trabajo del profesorado». Entre estas condiciones ANPE señala que situaciones como las de Cataluña, en las que los menores han podido ver que la autoridad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado chocaban con parte de la sociedad catalana, han favorecido que «representantes de la sociedad son celebrados como héroes por incumplir la ley y donde determinados valores se sustituyen por otros que se identifican con las reivindicaciones populistas y el rechazo a lo establecido».