Que, a la hora de jugar, las cocinitas son para las niñas y los trenecitos para los niños es una idea obsoleta que, sin embargo, algunas personas aún conservan en sus cabezas. Con el objetivo de que las generaciones venideras no tengan sesgos sexistas a la hora de elegir un tipo de ocio u otro, la Consejería de Familia pone en marcha, un año más, una campaña para dejar claro que los juguetes no tienen género. Sin embargo, esto no es más que la punta del iceberg de un sistema patriarcal que departamentos como la Dirección General de la Mujer afirman que tratan de erradicar. Alicia Barquero, responsable del área, charló con LA OPINIÓN.

Un año más Navidad y un año más la ´guerra´ para concienciar de que los juguetes no tienen género. Por suerte, ya se ven algunos catálogos no sexistas. ¿Queda mucho por hacer?

Ya en 2015 pusimos en marcha una campaña contra los juguetes sexistas. No juegues con su futuro, se llamaba. Entonces hicimos cartelería, mupis en los municipios... En los carteles aparecía una niña con una cabeza que era una plancha y un niño cuya cabeza era un balón. Eran funciones estereotipadas. Los balones no tienen género. El año pasado sacamos las campañas No condiciones sus juguetes y Regala libertad de elección. Y aparecía un niño pequeño con un carricoche. Estaba jugando a ser el papá. Igual que una niña puede jugar con unos cables y explicar que de mayor quiere ser ingeniera industrial.

Que elijan ellos, al fin y al cabo.

Que los niños sean espontáneos a la hora de elegir sus juguetes. Dejemos a los niños que jueguen con lo que quieran, no limitemos su creatividad. Estas campañas las hemos ampliado este año con una propuesta didáctica para hacer en las bibliotecas durante las Navidades. Y un cuentacuentos que fomente eso: que los juguetes no tienen género. El objetivo es que no se ría ningún compañero de otro porque le guste jugar con muñecas. Queremos una educación en valores y basada en la igualdad.

El tema de los juguetes es el primer paso. Las estadísticas dicen que, por ejemplo, hay muchas menos mujeres que hombres que se decantan por carreras de Ciencias. ¿A qué cree que es debido? ¿Quizás a que faltan referentes femeninos en este ámbito?

En marzo se celebra el Día de la Mujer en la Ciencia y también llevamos a cabo distintas acciones en los institutos. En la universidad es verdad que todavía hay una ´quiebra´ entre las carreras de ciencias y las de ámbito social. Además, cuando hay mujeres en el ámbito científico, aunque sean más ellas que ellos, son los hombres los que tienen los puestos de más responsabilidad todavía.

Lo cual ocurre también con las empresas. Sale la típica foto de un consejo de administración y aparecen, si no todos, la mayoría varones...

Todavía se siguen viendo esas imágenes, sí. Está claro que tenemos que alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres. Lo que ocurre es que, años atrás, estudiar, en muchos casos, sólo se le permitía a los hombres.

Machismo del más sangrante, sí.

Entonces a las mujeres se las relegaba al cuidado de los hogares. Incluso después, cuando empezaron a abrirse hueco en el mundo laboral, parece que tenían otras tareas: estudiaban peluquería o estética, por ejemplo. De ahí que hoy en día haya muchísimos más hombres en puestos de responsabilidad. Porque en otro tiempo se nos limitaba el acceso a la educación a las mujeres.

¿Cree que ya está superado esto hoy en día?

En la gran mayoría de los hogares trabaja tanto la mujer como el hombre. Aunque sí es cierto que, cuando hablamos de conciliación, sólo ponemos la imagen de una mujer. Y no. La conciliación familiar ha de ser igualitaria, y han de implicarse en ella tanto hombres como mujeres.

Hablando de conciliar: ahora, en Navidad, los niños sin cole...

Para la conciliación de la vida privada y laboral se aprobó en Consejo de Gobierno un decreto para que los ayuntamientos pudieran realizar actuaciones en cada municipio. Ahora, en vacaciones, hay actividades para niños de 3 a 12 años.

En el ámbito laboral, los datos dicen que la brecha salarial es una realidad. Que nosotras cobramos menos por el hecho de ser mujeres. ¿Qué iniciativas pone en marcha la Consejería para evitar esta discriminación?

Hace unos meses, en febrero, sacamos en la Consejería una campaña sobre esto. Sí, hay una brecha salarial. En el ámbito público, en los funcionarios, una mujer y un hombre cobran lo mismo si han entrado por oposición. Sin embargo, en el ámbito privado se ve una diferencia, una desigualdad, de entre el 18 y el 22 por ciento entre ellos y ellas. Por eso hacemos campañas de prevención. No es justo que nadie tenga menos sueldo por el hecho de ser mujer.

¿En qué consisten estas campañas de prevención?

Por ejemplo, está la del currículum ciego. Consiste en redactar un currículum que obvie los datos personales. No se sabe si quien lo presenta es un hombre o es una mujer. Así, al recibirlo, las empresas se limitan a conocer la trayectoria laboral y la formación profesional del solicitante. Cuando quien opta al puesto es una mujer, algunas empresas siguen preguntando si tiene pensado quedarse embarazada y por eso es más probable que le den el empleo a un hombre...

¿Sigue preguntándose eso a las mujeres en las entrevistas de trabajo?

Sí, lo sabemos por las entrevistas que tenemos con las mujeres empresarias. Hay testimonios que nos dicen que sigue ocurriendo. Se cuestiona a una mujer que todavía no sea madre y se plantee serlo. Aunque, a la vez, hay mucha más conciencia que antes en las empresas. Saben que hay que apostar por la igualdad. Y nosotros nos fijamos en las pequeñas y las medianas empresas, porque no están obligadas por ley a tener un plan de igualdad. Si la empresa tiene más de 250 trabajadores, sí está obligada.

¿Se asesora a las pequeñas y medianas empresas para evitar machismo y discriminación por género?

Cada vez más pymes quieren apostar por planes de igualdad. Nosotros les proponemos un diseño de formación, que pueden hacer online, y de forma gratuita, para que puedan implementar estas medidas de igualdad en sus empresas.

¿Cree que llegará el día que dejaremos de hablar de esta desigualdad por género, porque se habrá superado del todo?

Ojalá. Igual que cada 25 de noviembre decimos que ojalá dejemos de hablar de asesinatos a mujeres. Ojalá solamente pudiéramos limitarnos a hacer campañas para visibilizar que la igualdad se ha conseguido. Desde la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades luchamos para que así sea, para que llegue ese día.

¿Cuenta la Consejería con el asesoramiento de expertas en género y de colectivos feministas?

Dentro de la Consejería existe el Consejo Asesor de la Mujer, que lo componen asociaciones y entidades sociales de mujeres de la Región. Se les da parte de cada una de las acciones y, por supuesto, se las escucha. De nada sirve que desde la Administración diseñemos una línea estratégica si no es lo que demanda la sociedad. Todo es consensuado con las asociaciones, y viceversa: muchas veces ellas no piden consejo para hacer sus acciones.

Hablábamos antes de empresas que han de ser ´educadas´ en igualdad de género, pero, ¿qué facilidades se da a las mujeres de la Región que decidan emprender por su cuenta?

Estamos inmersos en la publicación de un manual para emprender en femenino, dirigido a mujeres que necesitan consolidar su empresa o idea de negocio. Son más mujeres que hombres quienes emprenden, con diferencia. Y en la Región hay más mujeres autónomas que hombres. También tenemos un manual dirigido específicamente al ámbito agrícola, a cooperativas y empresas. Nuestro objetivo es que la igualdad sea una realidad. No solamente un derecho, sino también un hecho.