El aviso que dieron los anestesistas la pasada semana sobre sus condiciones laborales y la sobrecarga de trabajo en el Materno-Infantil de la Arrixaca le pasó factura el domingo a una de estas profesionales, que sufrió agresiones verbales y amenazas por parte del marido de una paciente que había ingresado para dar a luz y que perdió los nervios al ver que no acudía nadie a ponerle la epidural. Ante este último episodio, un grupo de anestesistas se personó ayer en la gerencia del Hospital Virgen de la Arrixaca donde se concentraron y entregaron un escrito al director gerente, firmado por 18 profesionales, denunciando que se encuentran indefensos ante esta situación y pidiendo que se contrate un tercer anestesista de guardia para el Materno-Infantil.

El domingo el anestesista que estaba de guardia en el Maternal estaba atendiendo una cesárea, mientras que su compañera (víctima de la agresión) que estaba de guardia en el Infantil se encontraba en quirófano durmiendo a un niño en una operación de trauma.

Ésta fue avisada para que acudiera al Maternal a poder la epidural a una parturienta que había ingresado de urgencia, pero se retrasó al no poder dejarse la operación en la que estaba, según ha explicado a esta Redacción María José García, delegada de Cesm en la Área I de Salud. «Cuando llegó se encontró al marido fuera de sí, quien la propinó insultos y amenazas por la tardanza», destaca García, quien informa de que tras el incidente la profesional sanitaria ha interpuesto una denuncia y se ha activado el Protocolo de Agresiones del SMS, una denuncia que, según profesionales consultados por LA OPINIÓN, «quedará en nada, ya que los insultos no están penados y se justificarán por el nerviosismo del futuro padre en el momento».

Pese a ello, los compañeros que presenciaron el momento de la agresión aseguran que tuvieron que intervenir los guardias de seguridad del hospital para controlar al marido de la paciente y permitir que se prestara la asistencia sanitaria que precisaba la mujer ingresada.

La falta de anestesistas en el pabellón Materno-Infantil del Hospital Virgen de la Arrixaca ha hecho que el Sindicato Médico Cesm haya dado la voz de alarma sobre los problemas de seguridad a los que se enfrentan los pacientes y el estrés que soportan los profesionales. Cesm califica de «inaceptable» la situación de falta de facultativos anestesiólogos de Urgencias. Pese a esta realidad, desde la gerencia del Área I aseguran que «en todos los casos se atienden las patologías graves en tiempo y forma» y explicaron que la dotación de anestesistas de la Arrixaca es de 55 profesionales, «lo que supone un incremento con respecto al año pasado de dos facultativos». Además, destacaron que con la apertura del Materno-Infantil se va a incrementar la plantilla del Servicio de Anestesiología y que en caso de que coincidan dos operaciones se llama a otro profesional de zona adyacente.