Los trabajadores musulmanes de la Región están más expuestos al riesgo de sufrir un golpe de calor, dado que la subida de los termómetros está coincidiendo con la celebración del Ramadán, que impide beber agua durante el día, aunque el Islam permite incumplir este precepto en caso de peligro. El presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, Mounir Benllelloun, reconoció que al haberse adelantado tanto la celebración en el calendario está resultando «el Ramadán más largo de la historia, ya que lo días son muy largos y las noche muy cortas». Benllelloun explicó que esta celebración religiosa impide beber agua hasta el anochecer, aunque dejó claro que «en caso de peligro hay que salvar la vida. La vida del ser humano es más importante que el precepto», dijo. Añadió que los trabajadores musulmanes y las empresas tratan de adelantar al máximo la jornada de trabajo para evitar las horas centrales del día.

Por su parte, el secretario general de la Federación Agroalimentaria de CC OO, Ángel Soler, recordó que en el campo y en los invernaderos se aplica «protocolo muy estricto» y explicó que algunos empresarios obligan «a los trabajadores a beber agua», dado que en caso contrario no pueden entrar a los invernaderos. Benllelloun cree que este tipo de situaciones se planteaban «hace años», cuando las empresas aún desconocían las prácticas religiosas del Islam «y obligaban a comer y a beber», pero con el tiempo se han normalizado los hábitos».