La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) ha remitido sendas alegaciones a la Comunidad pidiendo que no se aprueben los decretos que permitirán el control de depredadores y la regulación de la caza intensiva. Los ecologistas apuntan que ambas actividades suponen «un ejemplo de malas prácticas cinegéticas y constituyen un riesgo inasumible para la biodiversidad».

Además, la Asociación recuerda que la Administración «no dispone de datos que permitan asegurar que existen problemas relacionados con depredadores en los campos de la Región».

La Asociación de Naturalistas del Sureste, como vocal del Consejo Asesor de Caza y Pesca, destaca que el decreto en el que se homologan métodos de captura en vivo de especies cinegéticas depredadoras y perros domésticos asilvestrados supondrá, en la práctica, «el regreso a los campos de la Región del trampeo legal mediante lazos y cajas trampas con el objeto de capturar zorros, perros, gatos y córvidos que presuntamente afectan a la caza».

Sin embargo, el trampeo ha sido identificado como una práctica de elevado riesgo de afección a especies amenazadas (gato montés, tejón, nutria, turón entre otros) a pesar de emplearse métodos homologados y podría incumplir la Directiva Hábitats.

Por ello, Anse considera que esta medida «debe ser la última opción en situaciones extraordinarias».

Además, rechazan por razones ambientales y éticas al Decreto de cotos intensivos, por el que se liberan animales para su inmediato abatimiento . «Se encuentra fuera de toda ética y buena práctica cinegética, suponiendo un evidente riesgo de alteración del medio ambiente, ya que se incrementa artificialmente la densidad de animales, resultando un foco de atracción para especies depredadoras o suponiendo la introducción de enfermedades, variedades genéticas diferented, etc».