Las empresas familiares tratan de recuperar el ánimoempresas familiares y empiezan a mostrar ligeros repuntes del empleo y la inversión, «aunque no hay claros en el cielo ni vemos que se despeje el horizonte», según apuntó ayer el director de la cátedra de la Empresa Familiar de la Universidad de Murcia, Juan Monreal, en la presentación del 5º Barómetro del Observatorio de la Empresa Familiar. La falta de demanda y los problemas de financiación son sus principales problemas. Entre sus propuestas para recuperar la confianza incluyen la mejora en el funcionamiento de las administraciones públicas e incluso «la reducción del funcionariado, que podría estar sobredimensionado».

Pese a las dificultades que deben afrontar las empresas, el último sondeo del Observatorio refleja una mejoría de la confianza, aunque algo más de la mitad de los encuestados cree que la situación es similar a la del pasado año. «Las previsiones para los próximos seis meses son las mejores que se han obtenido desde que se empezó a hacer esta encuesta en 2008», indicó Monreal.

Las empresas familiares generan entre el 72% y el 75% del empleo y aportan en torno al 75% del PIB regional, según apuntó José María Albarracín, presidente de la Asociación Murciana de Empresa Familiar (AMEFMUR).

La confianza empresarial es uno de los indicadores que muestra una mejoría más significativa, al pasar de -19,3 a -4,4 puntos, aunque se mantiene todavía en números rojos. La traducción de este repunte es que «el empresario considera que su negocio va a mantenerse en la misma línea en la que se encuentra en la actualidad».

De cara al futuro, las principales preocupaciones de las empresas son la debilidad del consumo (26,2%), la falta de financiación (23%) y la necesidad de reformas en el mercado laboral (21,3%). A continuación sitúan la recuperación de la confianza (18%) y el cambio de gobierno (13,1).

Sin embargo, la morosidad, que es una de las quejas más frecuentes de los empresarios murcianos, se la plantea apenas el 6,6% de los encuestados.

Un 11,5% incluye la situación financiera de las administraciones públicas entre sus preocupaciones.

Entre las propuestas que las empresas consideran prioritarias para recuperar el clima de confianza sitúan la financiación (56,3%), las reformas laborales (48%), las políticas (41,6%) y fiscales (35,5%).

Además un 23% de empresas consultadas reclama un mejor funcionamiento de las administraciones públicas, con medidas que permitan «una mayor transparencia en el gasto público y también, aunque en menor medida, una reducción en el número de funcionarios, en clara respuesta a un posible sobredimensionamiento del sector público».

Algo más de la mitad de los encuestados considera que la situación de su negocio en el primer trimestre de 2011 es similar a la del año pasado, mientras que un 11% cree que ha mejorado. Un 37%, que supone más de la tercera parte, piensa que ha empeorado.

El 21% de las empresas familiares ha mejorado sus cifras de negocio, mientras que el 31% ha incrementado sus inversiones y un 15% ha elevado los precios de venta de sus productos. Uno de los datos más significativos es que una de cada cinco empresas (21%) ha generado empleo y un 14% ha ampliado sus exportaciones.

A la vista de estos datos, los autores del Barómetro perciben que «las empresas familiares consideran que a lo largo del presente ejercicio se consolidará la recuperación. De hecho, las previsiones para los próximos seis meses son las más positivas de cuantas se han obtenido desde que se elabora el Barómetro».

Sin embargo, ante la incertidumbre creada por el rescate de Grecia y coyunturas que empañan la recuperación de la economía regional, como la crisis de los pepinos, el presidente de AMEFMUR dejó claro que hay que mantener «las necesarias cautelas» ante el desarrollo de los acontecimientos.

Juan Monreal señaló que, a estas alturas, «las empresas están curadas de espanto y no se fían de nada. No hay claros en el cielo como para decir que esto se ha acabado. No vemos que se despeje el horizonte». El director de la cátedra de Economía Familiar, considera, sin embargo que «se atisban datos de que vamos en la buena dirección».

Por su parte, los empresarios coinciden en que la falta de demanda (80%), la competencia(49%) y los problemas de financiación (37%) son los principales lastres que soportan, aunque han perdido algo de peso desde el primer Barómetro, que se realizó en el segundo semestre de 2008. De las conclusiones se desprende que la incertidumbre hace que las empresas les lleva a aplazar inversiones que tienen previstas.