El grupo Urdemasa, que preside Santiago Martínez Esparza, ha solicitado al Juzgado de lo Mercantil número 1 el preconcurso de acreedores, una figura previa a la antigua suspensión de pagos, tratando de ganar tiempo para renegociar su deuda con las entidades financieras. Fuentes de la constructora con sede en San Javier confirmaron ayer que Urdemasa tiene problemas de «liquidez», aunque aseguraron que las dificultades por las que atraviesa, que se atribuyen a los retrasos en los pagos de las administraciones, no ponen en peligro la continuidad de la empresa. «La viabilidad del grupo es absoluta», destacó un portavoz.

Urdemasa, que cuenta con una plantilla de algo más de 70 empleados, ha trabajado sobre todo en la costa murciana y en la provincia de Alicante, aunque en los últimos años ha salido al exterior y está operando también en el Norte de África y en Europa.

El grupo presidido por Santiago Martínez Esparza ha recurrido a la fórmula previa al concurso de acreedores, recogida en el artículo 5.3 de la Ley Concursal, que le permite disponer de un plazo de tres meses para negociar con las entidades acreedoras, a las que adeuda unos 35 o 36 millones de euros. Entre los acreedores figuran Cajamurcia, CAM y otros bancos y cajas. Fuentes de la compañía destacaron que en este momento está manteniendo conversaciones con las entidades financieras para tratar de llegar a un acuerdo antes de que acabe el plazo de tres meses establecido para negociar una salida que evite el concurso de acreedores.