«Esta será la normativa más restrictiva de toda Europa y dejará muy tocado al sector armero». Así de contundente se manifiesta el presidente de la Federación Murciana de Caza, José Antonio Moreno, cuando se refiere a la futura Ley de Armas con la que, según dice, «se trata de dar solución a un problema que no existe».

Al respecto, Moreno explica que si lo que se pretende es ganar en seguridad, «el sector ya está muy controlado por la Guardia Civil, que realiza un seguimiento exhaustivo de las armas en manos de particulares y de su mantenimiento». «En caso de pérdida o robo de las armas, debemos comunicarlo a la Guardia Civil y nos exponemos, incluso, a fuertes sanciones por extraviarlas, así que esta ley está fuera de lugar», añade.

Además, insiste, el tipo de armas sobre las que más se incide en la nueva Ley (ver las claves que se citan en el anexo central) «son las que menos incidencia tienen en accidentes de caza o en comisión de delitos con armas de fuego», señala Moreno.

No obstante, aún permanece en la memoria de todos el accidente en el que recientemente se vio implicada una menor de 16 años, que resultó herida durante una cacería por un disparo de uno de los participantes.

Según los cálculos del sector, esta ley afectará a la totalidad de cazadores federados de la Región, alrededor de 11.500, pero hay más, entre 20.000 y 25.000, que tienen licencia de caza. Pero las cifras se amplían si se tiene en cuenta que 40.000 murcianos cuentan con licencia de armas (tanto deportivas, como de fuego, etc..), según José Antonio Moreno.

Pero no sólo las federaciones y asociaciones de caza españolas sufrirán, según Moreno, los efectos negativos de la nueva normativa. También los fabricantes de armas y las armerías se verán afectados, de ahí que se hayan sumado , tanto a título individual como colectivo, a esta ´lluvia´ de recursos contra la futura ley.

Al respecto, las armerías defienden que su sector crea alrededor de 36.300 puestos de trabajo y que facturan más de 2.753 millones de euros al año, pero con la nueva normativa la mayoría de las armas que ahora venden serán ilegales.