espués del descanso de las vacaciones, (los que las hemos tenido) ¿queréis pasar unos agradables e inolvidables ratos leyendo un libro? El que os propongo tiene un sinfín de ventajas sobre otros muchos. Se titula La sonrisa de Dios, lo ha escrito el sacerdote y párroco José Ramón Carrasco Recio y está compuesto por numerosos capítulos más o menos cortos, que acaban pareciéndonos cortísimos, porque es un libro muy ameno y, al mismo tiempo, muy profundo.

Se empieza inocentemente la lectura con el propósito de leerlo a ratos perdidos y resulta que hay que hacer un gran esfuerzo para interrumpir su lectura, porque el interés crece y crece, sin decaer en ningún momento.

Es un libro divertido, porque cuenta las historias de una forma relajada y tranquila, con suficiente sabiduría como para saber destacar sus aspectos humorísticos y el lector, entre sonrisa y sonrisa, hasta con alguna que otra carcajada, descubre con inquietud y agradecimiento las deficiencias y contradicciones de nuestro vivir cristiano.

También es intrigante, porque hace que nos preguntemos cómo un sacerdote se atreve a escribir de una forma tan clara, auténtica y realista, sin importarle los juicios de los 'biempensantes' que pueden sentirse ofendidos o escandalizados por sus opiniones y comentarios que, sin embargo, siempre son rigurosamente evangélicos.

Es un libro que nos interpela y nos mueve a la reflexión continuamente. Con varios de sus relatos se viven los problemas tremendos de los inmigrantes llegados de países muy pobres, precisamente en una época en que nuestro país está atravesando una crisis. Y nos entristece nuestra cobardía como cristianos, pero nos llena también de esperanza porque despierta en nosotros un deseo sincero de conversión interior.

Sé lo que cuesta tratar de trasmitir el mensaje de una forma atractiva y amena, al estilo de las parábolas (o cuentos) que Cristo contaba a sus seguidores y, por tanto, he quedado feliz con esta obra de Ramón Carrasco, que lo ha conseguido plenamente. En él nos da más doctrina evangélica que en muchos tomacos pretendidamente religiosos. ¡Enhorabuena para el escritor y, sobre todo, para los cristianos sedientos de autenticidad!

La sonrisa de Dios nos puede servir para mantener conversaciones con personas desilusionadas de la Iglesia jerárquica oficial y que se han ido apartando de ella; a ellos podemos decirles que, a pesar de todo, existen hoy muchas comunidades que ayudan a que muchos sigamos sintiéndonos hijos fieles de nuestra madre, la Iglesia.

Y sabemos que en muchos otros rincones del mundo llamado cristiano existen también muchas comunidades fieles a Jesucristo y a su mensaje, muchos grupos dignos pero pobres, comprensivos y no solo condenatorios.

Unas comunidades cristianas que, situándose en el siglo XXI y bebiendo de las raíces evangélica, pretenden que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades. Unas iglesias unidas siempre a la Iglesia católica, «siempre en rebelde fidelidad», como decía el obispo Pedro Casaldáliga, al que muchos cristianos nunca le agradeceremos suficientemente esa maravillosa expresión.

Muchas gracias, José Ramón Carrasco, por la inyección de optimismo que nos has dado con tu libro. Ojalá todos los lectores seamos consecuentes con lo que expones en tus relatos y sepamos ser valientes en estas horas difíciles.

El mismo autor publicó en 2009 otro libro del mismo estilo, e igualmente bueno y estimulante, titulado Dios es negra y otras minúsculas historias cristianas.

¡Ojo! he escrito 'negra'?

El que hoy os recomiendo, no lo olvidéis, se llama La sonrisa de Dios.