Los vecinos de Los Dolores viven un auténtico infierno mientras esperan el autobús de la línea 7, que para a lo largo de la calle Alfonso XIII, arteria principal del barrio. La razón deriva de unas obras que el ayuntamiento de Cartagena hizo en 2014 para remodelar toda la vía, pero dejó las paradas de autobús a la intemperie, sin marquesinas ni asientos.

Portales, establecimientos o la sombra de los árboles es de lo único que disponen los vecinos para resguardarse de las altas temperaturas. «Me parece fatal que no hayan solucionado ya este tema, porque aquí no podemos estar más de tres minutos, y en invierno, si llueve, acabas empapado», protesta un usuario de la línea mientras espera el autocar.

El Consistorio asegura que para poder instalar las marquesinas debe de existir una distancia de un metro y medio con respecto a la calzada y que esa calle no tiene. «Cuando la reformaron deberían haber pensado en estos detalles, porque al final quienes salimos perjudicados somos todos los que tenemos que coger el autobús varias veces al día», comenta otro vecino.

«Es la primera vez que cojo el autobús aquí y lo estoy pasando realmente mal», indica un joven.

«El Ayuntamiento debería dar una solución y hacerlo lo antes posible, porque desde que arreglaron la calle la han dejado peor que estaba», asegura una vecina del barrio, que como todos los demás, exigen medidas ante esta situación díficil de soportar en semanas donde el calor y el sol no dan tregua a los cartageneros.