Ocho personas con pocos recursos, entre ellas un pequeño de dos o tres años, se quedaron ayer sin casa en el barrio de Los Mateos después de que el ayuntamiento de Cartagena derribase sus viviendas -tres en total- en cumplimiento de una orden judicial. Entre los desalojados hay una familia árabe, jornaleros magrebíes y una pareja de etnia gitana.

Los trabajadores del campo tuvieron que salir corriendo de la huerta al enterarse de lo que le pasaba a su hogar. Todos ellos fueron realojados ayer por Servicios Sociales de manera improvisada en el hotel Manolo, lugar donde iban a pasar la noche hasta que hoy el Ayuntamiento les encuentre un lugar para vivir.

El Consistorio llegó a ofrecerles dormir en la Hospitalidad Santa Teresa

Según cuenta Pedro Martínez, secretario de la Coordinadora de Colectivos de Los Mateos 'Dignidad y Respeto: «Ninguno de ellos fue avisado con antelación de que le iban a tirar la casa abajo y la familia árabe ni siquiera tuvo tiempo para recoger sus pocas pertenencias». Martínez critica que «todo ha sido una falta de coordinación total por parte de Urbanismo y de Servicios Sociales». Asimismo, este portavoz del barrio lamenta que «el día antes le prometimos a los vecinos que no se tiraría ninguna casa sin avisar, ya que ahora estamos trabajando junto con el Ayuntamiento en el programa social Fénix para rehabilitar Los Mateos. Sobre ello, el concejal Manuel Padín, de Ciudadanos, destacó que «el derrumbe ha sido consentido por la firma del alcalde José López, que es edil de Urbanismo, o de alguno de los responsables de la Concejalía. Y todo ello se ha hecho sin tener en cuenta a la gente que vive allí, ni a los voluntarios que ayudan a sacar adelante el barrio».

Fuentes municipales argumentaron que «no es una iniciativa del Consistorio, ya que no podemos ir en contra de una resolución judicial». Sobre la falta de previsión, señalaron que «Servicios Sociales no pudo reaccionar con anterioridad, como se actúa en otros casos, porque no se tenía constancia de ello». Igualmente añadieron que «tampoco se conoce la fecha exacta en la que se efectúan los derribos y que desde Urbanismo se firman muchos documentos de viviendas en ruinas».

Maquinaria escoltada

La máquina retroexcavadora aparecía a las nueve de la mañana del jueves en Los Mateos escoltada con dos patrullas de la Policía Local de Cartagena para ejecutar el desalojo. La máquina pesada era conducida por vecinos del barrio, que da la casualidad de que trabajan para una empresa de demoliciones.

Martínez asevera sentir «vergüenza» del procedimiento llevado a cabo, más si cabe del compromiso que había por parte del Ayuntamiento de «avisar con antelación cuando hubiera derrumbes de casas para que fueran reubicadas las familias y no se produjeran situaciones dramáticas como las de ayer». El revuelo en el barrio se alargó hasta el atardecer por la oposición de los vecinos. Pese a la tensión de la situación, no se produjo ningún incidente. Las casas habían sido declaradas en ruinas y ninguno de los moradores tenía escritura de propiedad.