La aparición de un nuevo testigo en el ´caso Cala Cortina´ podría rebajar las condenas e incluso dejar en libertad a los cinco policías encarcelados desde hace más de un año por la muerte de Diego Pérez, confirmó ayer la defensa de uno de los agentes acusados. La misma fuente desveló que este testigo declaró por primera vez la semana pasada en la Comisaría de Cartagena señalando que vio como los policías se marchaban de la playa dejando al hombre sano y salvo. El testigo estaba supuestamente pescando esa noche en Cala Cortina.

La defensa quiere que el Juzgado de Instrucción número 4 de Cartagena tenga en cuenta este nuevo testimonio «determinante» para discernir qué ocurrió y demostrar la «inocencia» de los policías. Para que sea válido será necesario que se demuestre que el pescador estaba en el lugar de los hechos mediante una prueba que se practicará al teléfono móvil.

De ser esto así, según apuntó Raúl Pardo-Geijo, abogado defensor del compañero de patrulla del policía fallecido, «se descartaría por completo la imputación de homicidio doloso, quedando únicamente en tela de juicio si hubo o no detención ilegal por parte de los agentes». Así que la pena de los acusados sería como máximo de 4 años de prisión.

«La declaración de esta persona respalda el informe forense que apunta que Diego murió al caerse y, teniendo en cuenta el tiempo que los agentes llevan en prisión así como otros argumentos, la pena podría quedarse en un año, por lo que los policías quedarían en libertad», destacaron desde la defensa en el hipotético caso de que sólo sean juzgados por detención ilegal. Añadieron que «aún habría que demostrar que hubo detención ilegal, porque Diego se subió voluntariamente al coche».

Hasta ahora el único testimonio válido es el de una testigo protegida que inculpa a los policías en cuanto a la supuesta detención ilegal de Diego.

El cuerpo sin vida del policía fallecido llegó ayer a las tres de la tarde al tanatorio Estavesa, donde fue recibido por familiares y un gran número de miembros de la Policía Nacional. Algunos de ellos incluso vestían ropa de servicio. Gregorio Javier será incinerado hoy a las 10.30 horas. Sus compañeros tienen la intención de darle el último adiós ataviados con el traje de gala policial. Los abogados aseguraron que «la reglamentación permite esta despedida uniformada al estar el policía, al igual que sus otros cinco compañeros que aún siguen en prisión provisional, suspendidos del Cuerpo y no expulsados». Los agentes encarcelados pidieron acudir al funeral, pero la resolución judicial ha sido negativa alegando problemas de organización de la seguridad y exposición mediática.

¿Hubo negligencia en prisión?

Pese a que no se conoce la autopsia sus allegados indican que murió tras sufrir dos paradas cardíacas. Además, presentaba una notable delgadez y venía padeciendo en prisión problemas de salud derivados de su estado anímico. Francisco Albarrán, letrado del policía fallecido, pedirá que la juez que instruye el caso investigue si se produjo alguna negligencia respecto a la atención sanitaria y al traslado desde la prisión de Estremera hasta el hospital.