Los cartageneros demostraron una vez más el eterno fervor que sienten por su Patrona, en una jornada que comenzó a las cuatro de la tarde y se prolongó hasta pasadas las nueve de la noche.

Más de dos mil portapasos se fueron turnando para llevar el trono con la imagen de la Virgen de la Caridad durante el recorrido, marcado por la sobriedad y la devoción demostrada por los fieles, que esperaban puntuales a las cuatro de la tarde la salida de la Basílica.