El inicio de septiembre conlleva los primeros atascos ante la incorporación de miles de cartageneros a sus puestos de trabajo y, a partir de ayer, con el regreso a las aulas. Además, se prevé que a partir de la próxima semana, la situación del tráfico en el casco urbano y en los barrios se complique aún más, debido al comienzo de las clases en los institutos.

La Policía Local, que tiene la competencia del tráfico en la ciudad, conocedora de esta situación ha llevado a cabo el habitual despliegue de efectivos para tratar de minimizar los atascos y retenciones. En torno a medio centenar de agentes se sitúan en las horas punta en los colegios para regular la circulación, aunque su misión es complicada y no pueden evitar las colas en algunos puntos.