­La Hermandad de Romeros se dio cita ayer en la Caridad para participar en la tradicional Romería de San Ginés de la Jara, en un cortejo cargado de fiesta, música y diversión.

En el recorrido, que duró casi diez horas, se podían encontrar romeros a pie, en bicicleta, a caballo y subidos en carros y carruajes, en los que no faltaban las risas y los bailes.

El presidente de la Hermandad, Andrés García, explicó que «a esta fiesta están invitados todos los cartageneros y turistas que quieran disfrutar de este ambiente tan alegre y degustar algunos de los platos y los vinos más típicos de nuestra tierra. San Ginés es el patrón de Cartagena y esto es en su honor, así que está abierto a todo el mundo».

El cortejo se reunió a las ocho de la mañana, en la Basílica de la Caridad donde, además de cantar la salve, se hizo una ofrenda floral a la patrona. Poco después los romeros salían hacia la parroquia de San Ginés, para asistir a la misa y bendecir las carretas antes de iniciar la marcha.

«En esta ocasión el cortejo ha sido algo menos numeroso que en años anteriores, porque ha coincidido con las fiestas de Los Alcázares», afirmó García.

Tras la misa, los asistentes se tomaron un buen chocolate con bollos que les dio energía para ponerse en marcha.

La Hermandad de Romeros instaló la imagen del santo patrón de Cartagena en la carreta que abría el cortejo e iniciaron el recorrido de treinta kilómetros por La Aparecida, Roche y Los Camachos, acompañados por las concejalas de Festejos y Mujer, Florentina Vargas y Clara Heredia.

La primera primera parada oficial tuvo lugar en La Aparecida, donde los romeros repusieron fuerzas con embutidos y vinos del campo de Cartagena, para continuar hasta la Ermita de Roche, donde les esperaba una paella gigante para unas mil quinientas personas, que acompañaron de cerveza fresca y melón.

Por la tarde el cortejo llegó hasta Los Camachos, para ser recibidos por el párroco con horchata y granizados para refrescarse antes de volver a Cartagena.

Alrededor de las diez de la noche, los romeros llegaron por fin al recinto ferial instalado en la rambla, donde se celebró una gran verbena amenizada con actuaciones en directo.