Un grupo trabajadores del Rosell se manifestaron ayer ante a las puertas del centro sanitariopara protestar una vez más contra el cierre de servicios médicos del centro, que se ha convertido en «un gran ambulatorio con algunos servicios extra», señaló Antonio Martínez, uno de los representantes de la junta de personal.

Martínez recordó que el 13 de julio buena parte de los servicios hospitalarios se interrumpieron con motivo de la menor afluencia de pacientes durante el verano, y mostró su temor a que no se reabran cuando pasen las vacaciones.

Asimismo, señaló que en el Rosell se mantienen operativas las consultas, Psiquiatría, una parte de Rayos y algunas de las funciones de Urgencias. Por su parte, los trabajadores de Santa Lucía también se concentraron ayer en contra de los recortes del Gobierno.