­Acostumbrados a que la llegada de cruceros y de barcos militares signifique un aumento de ingresos para los hosteleros y los comerciantes de Cartagena, el desembarco del portaaviones francés ‘Charles de Gaulle’ está resultando algo decepcionante. Comerciantes del centro aseguran que los marinos franceses «no se dejan ver demasiado» y que no están consiguiendo más beneficios que en los días normales, debido en parte a que éstos se marchan a otras ciudades a pasar sus días libres. «Playa, sol, museo», consigue decir en español Lemoine, un marinero del portaaviones cuando se le pregunta qué tiene pensado hacer en Cartagena. «Para mi esto son una vacaciones, visitaremos la ciudad, iremos a tomar el sol y, sobre todo, relajarnos», subraya el militar. «Llevo un mes entero en la mar y entre fogones, ahora me apetece irme a la playa y no hacer nada en absoluto», cuenta entre risas con sus compañeros Lerreye, cocinero.

Granada, Benidorm y Murcia

Los que sí están haciendo su agosto son las empresas de alquiler de coches. Aseguran que los franceses han alquilado de 90 coches, y están dejando Cartagena para ir a ciudades como Granada, Alicante, Benidorm y Murcia para pasar en ellas su estancia en España.