La complicada situación familiar de los dos niños de 7 y 3 años que murieron ahogados el pasado jueves en Puerto de Mazarrón está suponiendo más problemas de los esperados para los responsables de la investigación. Los cuerpos de los dos pequeños permanecen en las instalaciones del Instituto de Medicina Legal de Cartagena, mientras se tramita la documentación para su retirada por parte de los familiares. Sin embargo, está resultando más que complicado decidir a quién se le entregan los cadáveres.

El problema radica en que los supuestos familiares próximos de los menores se han negado a que se les practiquen las pruebas de ADN con el fin de establecer el grado de parentesco con los niños. Y esta situación puede retrasar la salida de los cuerpos del Instituto de Medicina Legal.

Cabe recordar que la persona que se identificó como la madre en un principio, resultó no serlo. Además, los investigadores determinaron que los pequeños fallecidos no eran hermanos, como se creía en un principio, y que la madre de uno de ellos se encuentra detenida en Italia. Además, el gemelo de uno de los fallecidos se encuentra bajo la tutela de la Administración regional desde antes del accidente de su hermano. Los investigadores tratan de esclarecer la situación familiar del grupo de origen bosnio que viaja en unas seis autocaravanas con el fin de darle los cuerpos de los pequeños a quien le corresponda.

Por otra parte, los tres detenidos de este clan que el sábado le dieron una paliza a un vecino en Lo Campano continúan en los calabozos de la Comisaría de Cartagena a la espera de pasar a disposición judicial.