¿Cuántos niños más como Matthew, como Olivia o como Riley tendrán que morir o sufrir por las redes sociales? Este vídeo y esta protesta de padres dentro del Senado han sido la bienvenida a los cinco grandes de las tecnológicas. Que ya habían rendido cuentas aquí pero que nunca habían recibido una reprimenda así. Mark Zuckerberg, al frente de Facebook y de Instagram, presionado por un senador, se ha girado hacia las familias para pedir disculpas. Pero ya no parece suficiente con eso. Lo han acusado directamente de tener sangre en sus manos y de permitir que se acceda libremente a contenido sexual infantil. Él se ha intentado defender extendiendo la responsabilidad a Google y a Apple. A su lado estaban los directores de X, antes Twitter, TikTok, Snap y Discord. A todos se los señala por pasividad, cuando no complicidad, con el abuso infantil en sus redes. O por no evitar la apología del suicidio y de las autolesiones. Se les ha exigido no solo que regulen. También que indemnicen a las familias cuyos hijos han resultado afectados.