Marina Castaño, viuda de Camilo José Cela, trató ayer de «justificar» su gestión en la Fundación del Nobel ante la titular del juzgado de instrucción número dos de Padrón, donde declaró en calidad de imputada por malversación de fondos públicos, fraude con las subvenciones y apropiación indebida. Es lo que reveló a su salida del juzgado el abogado Xosé María Rodríguez, que representa a Lola Ramos, la vecina de Padrón (La Coruña) que advirtió de la existencia de presuntas irregularidades en la gestión económica de la Fundación Cela. Este letrado explicó que la viuda del Nobel se negó a responder a las preguntas de la acusación particular durante la vista celebrada ayer.

A su salida, la periodista Marina Castaño, con semblante serio, no hizo ninguna declaración sobre su testimonio a los medios de comunicación que la esperaban fuera del edificio judicial, y tampoco lo hizo su abogado.

Sí lo hizo el letrado de la acusación particular, quien apuntó que la viuda de Cela trató de «justificar sus actuaciones» en la Fundación Cela, así como las «diferentes cuestiones que están juzgándose», tales como la compensación económica por el despido del gerente de la Fundación. No obstante, rehusó explicar los «argumentos» empleados por Marina Castaño en su defensa. «Se trata de cuestiones privadas de la causa», expuso.

Marina Castaño no fue la única que no contestó a las preguntas de la acusación particular, ya que tampoco lo hicieron el ex gerente de la Fundación Cela Tomás Cavanna, quien fue citado a declarar porque presuntamente su despido de la Fundación Cela fue simulado y pagado con fondos públicos sin consentimiento de las administraciones que financiaban a la institución.

Según el abogado de la acusación particular, «uno de los problemas» que está teniendo la causa es que muchos de los supuestos delitos «han prescrito», sobre todo los de tipo tributario, así que «no hubo investigación al respecto y ya no se permitió preguntar por considerar que están prescritos», explicó.

También dijo que previsiblemente tendrán que prestar declaración en «calidad de testigos» los miembros del patronato de la Fundación que aprobó en 2010 por unanimidad el despido de Tomás Cavanna como miembro de la institución. Marina Castaño fue imputada el 12 de noviembre del año pasado. El caso en el que se ha visto implicada está relacionado con un asunto de ingresos por devolución del IVA.