Delincuencia organizada

Cae la banda que atracó comercios de media Región: cinco sospechosos, a prisión

Empezaron robando en salones de juego y gasolineras y acabaron asaltando a la gente por la calle

La Benemérita ha esclarecido una treintena de delitos

Imagen de uno de los registros llevados a cabo durante la operación policial

Imagen de uno de los registros llevados a cabo durante la operación policial

Ana Lucas

Ana Lucas

Cinco individuos están en prisión provisional tras pasar por el Juzgado de Guardia de San Javier, donde los condujo la Guardia Civil tras detenerlos en el marco de la operación 'Pimur', en la cual se da por desarticulada la banda que hizo estragos durante meses en media Región. Empezaron robando en salones de juegos y en gasolineras, y acabaron asaltando a viandantes por la calle. Los sospechosos están acusados de pertenencia a grupo criminal, robo con violencia e intimidación, sustracción de vehículo y usurpación de estado civil, informa el Cuerpo en un comunicado.

La Policía Judicial, que llevaba meses tras estos delincuentes, ha decomisados efectos robados y estima que, de momento, se han esclarecido una treintena de delitos.

Las pesquisas comenzaron en noviembre, tras un asalto a un salón recreativo de Torre Pacheco. Los ladrones usaron, para cometer el robo, una furgoneta que habían robado antes en Cartagena. El vehículo acabó abandonado en un huerto, como suelen hacer este tipo de ladrones.

Desde el principio, los investigadores tuvieron claro que no estaban tras un hecho aislado, sino que se trataba de un grupo delictivo organizado y jerarquizado, cuyos integrantes tenían una considerable experiencia a la hora de cometer los robos. Robos que continuaron en goteo: en comercios como salones de apuestas y estaciones de servicio.

"La actividad delictiva de este grupo delictivo coincidió en el tiempo con otra organización criminal de similares características y modus operandi que en ese momento se hallaba operando en la zona del Mar Menor, que posteriormente se desarticuló con la operación 'Game-rol'", recuerda el Cuerpo. Ambas bandas estaban conectadas: un sujeto estaba metido en ambas. Y resulta que eso puso dificultades a la Policía Judicial a la hora de concretar las pesquisas.

"La principal diferencia detectada entre ambos se halla en el desarrollo de la actividad delictiva. Los ahora detenidos en la operación 'Pimur', presuntamente no dudaban en emplear la violencia, lo que provocaba lesiones a la mayoría de las víctimas y una notable alarma social. Su objetivo era la sustracción de efectivo y otros objetos de valor de forma ágil y rápida mediante la violencia y la intimidación contra empleados de los comercios, la mayoría estaciones de servicio y salones recreativos", detalla la nota.

Investigadores, en una entrada y registro en el marco de la operación 'Pimur'.

Investigadores, en una entrada y registro en el marco de la operación 'Pimur'. / GC

Añade que "su actividad delictiva iniciaba con un estudio previo de la zona de actuación, basado en controlar los horarios de apertura y cierre de establecimientos, el número de trabajadores de los mismos y las vías de acceso y escape. Se ha constatado que la mayoría de las víctimas de los atracos eran mujeres".

Mayores y mujeres

De forma paralela a las labores de investigación, con la finalidad de prevenir y, en su caso, frustrar la comisión de este tipo de delitos, la Guardia Civil diseñó y llevó a cabo un dispositivo de vigilancia en las zonas más susceptibles de sufrir este tipo de robos.

Ante el incremento de la presencia policial del dispositivo preventivo, el pasado mes de febrero, el grupo delictivo modificó sus objetivos y amplió el abanico de delitos sumando a su haber los robos con violencia a viandantes, generalmente personas de avanzada edad y todas ellas mujeres. Estos delitos también se basaban en una vigilancia previa y una espera al acecho de futuras víctimas en las inmediaciones de sus domicilios.

El atraco se materializaba cuando las víctimas estaban solas, de una forma muy rápida y con una desmesurada violencia. Su fin era la sustracción de efectivo, joyas y otros objetos de valor. En algunos casos, además, accedían al domicilio de la víctima para incrementar su botín.

No dudaban en emplear la violencia, lo que provocaba lesiones a la mayoría de las víctimas y una notable alarma social

"Además de las vigilancias previas y la planificación de las huidas, los integrantes del grupo criminal trataban de camuflar su identidad, utilizando identidades de otras personas para intentar evitar ser vinculados a la actividad delictiva y rastreados por los investigadores", concreta el Instituto Armado.

Los guardias civiles constataron que el entramado delictivo lo lideraba uno de sus integrantes que llevaba un férreo control y se encargaba de seleccionar objetivos y ordenar los cometidos. También se ha comprobado que este grupo delictivo era más hermético que el desarticulado durante el transcurso de la operación 'Game-rol', el pasado mes de marzo.

A finales del pasado mes de junio, una vez obtenidos todos los indicios necesarios, la Guardia Civil llevó a cabo la fase de explotación de la operación, en la que, orden judicial en mano, se efectuó la entrada y el registro de cinco inmuebles ubicado en las poblaciones de Sucina (Murcia), Pozo Estrecho, La Palma y La Puebla (localidades pertenecientes al municipio de Cartagena) y Los Alcázares.

El análisis de la información obtenida durante la operación ha permitido esclarecer, hasta el momento, una treintena de delitos cometidos en prácticamente toda la Región, principalmente en los municipios de Murcia, Cartagena, Fuente Álamo, San Javier, San Pedro del Pinatar, Los Alcázares, Alhama de Murcia, Totana, Mazarrón y Lorca. La Guardia Civil continúa con la operación abierta: seguramente robaron en más sitios y hay que buscar pruebas para imputarles esos delitos.