Una joven de 15 años de nacionalidad rusa, Irina Rybnikova, falleció en la ciudad de Bratsk cuando el smartphone se le resbaló de las manos y cayó a la bañera llena en la que se encontraba. El teléfono móvil estaba conectado a la corriente a través de su cargador, por lo que recibió una descarga eléctrica que acabó con su vida. Su familia encontró su cuerpo más tarde, ya que la adolescente estaba completamente sola en el momento de los hechos.

Rybnikova era la campeona nacional de lucha, por lo que su muerte -además de las circunstancias que la han rodeado- ha conmocionado al país. No es la primera vez, sin embargo, que alguien fallece de forma similar, siempre con los aparatos electrónicos enchufados a la corriente para cargar la batería, por lo que las autoridades se plantean crear una campaña para advertir del riesgo de mantener una conversación vía móvil mientras se está en la bañera.