Alberto G.A., que fue juzgado ayer en la Audiencia Provincial de Murcia por apoderarse de 540.000 euros que 17 amigos pusieron en sus manos para invertirlos con la promesa de una rentabilidad de hasta el 30 %, reconoció los hechos y pidió disculpas a los perjudicados.

En la vista oral, el acusado (que se encuentra en situación de prisión provisional desde su detención, efectuada hace ahora un año), dijo que nunca tuvo intención de causarles daño y, en la medida en que le sea posible, les devolverá el dinero.

El fiscal -lo mismo que las acusaciones particulares- solicitó una condena de seis años de prisión por un delito continuado de estafa, tras señalar que es la pena que procede debido a la alta suma estafada y a la pluralidad de perjudicados.

El Ministerio Público considera que el acusado no es merecedor de la aplicación de ninguna atenuante, porque, "tras un año en la cárcel, no ha reparado el daño causado, lo que me hace pensar que no hay arrepentimiento en él".

Uno de los perjudicados, al declarar como testigo, señaló que le entregó un total de 259.000 euros, que había rescatado de su plan de pensiones, porque le prometió una alta rentabilidad y porque se quería garantizar así su vejez y la de su esposa. Añadió que no ha recuperado el dinero, por lo que ahora el matrimonio tiene que vivir con la pensión de él, además de estar afectados por los daños morales y psicológicos que le ha producido esta situación.

Otra perjudicada dijo a la sala que entregó al procesado unos 14.000 euros que había recibido como indemnización a la muerte de su esposo, por lo que desde entonces sólo dispone de los 500 euros que recibe de pensión.

Todos los perjudicados aseguraron que se sienten engañados por el acusado, quien les dijo que les devolvería el dinero si salía mal.