Además, esta tarde, sobre las 18 horas, los vecinos mantendrán un encuentro con los peritos en la sede del administrador de fincas de la comunidad de propietarios siniestrada, situada entre las calles Guipúscoa y Puigcerdà de La Verneda.

"Hay varias compañías aseguradoras implicadas", explicó uno de los residentes del entresuelo, Francesc Bernal, quien vive justo debajo del piso donde se produjo la explosión, el primero cuarta, donde residía la mujer que presuntamente provocó la deflagración, poco antes de que vinieran a desahuciarla por no pagar el alquiler.

Bernal relató que los vecinos han estado llamando durante las últimas horas a las aseguradoras, aunque "los peritos tardan", algo que atribuyó a que "deben estar de vacaciones de Semana Santa". Este vecino explicó que se encuentra alojado en casa de su madre, y que durante la mañana, a primera hora, los vecinos pudieron acceder de nuevo a sus viviendas, para recoger sus pertenencias.

ACCESO A PARTIR DE MAÑANA "SIN BOMBEROS".

"La asociación de vecinos 'La Palmera' y el presidente de la comunidad de propietarios están coordinando" las negociaciones con los peritos, dijo Bernal, quien indicó que mañana, los vecinos del edificio siniestrado podrán volver a acceder a sus viviendas "sin bomberos".

El vicepresidente de la comunidad de propietarios, Emilio Cuadrado, que reside en el cuarto segunda, constató que han tenido "varios contactos telefónicos" entre los peritos y los vecinos, aunque las aseguradoras aún no han tenido tiempo de comprobar "la magnitud" de la explosión y de los daños causados.

Cuadrado expresó hoy su confianza de poder regresar a su domicilio "en un mes y medio", y explicó que no sólo han quedado destrozados los primeros pisos, los contiguos a la vivienda donde se produjo la explosión.

Un joven que reside con sus padres en una vivienda del tercer piso indicó que mañana volverán a tener "carta libre" para poder acceder de nuevo a las viviendas y recoger pertenencias. "Estaremos días fuera, y va para largo", indicó.

ENCUENTRO CON EL ALCALDE.

Los vecinos afectados mantuvieron a mediodía un encuentro con el alcalde de Barcelona, el socialista Jordi Hereu. Esta reunión sirvió, explicó Bernal, para que la Administración local expresara su compromiso en colaborar con los vecinos con el proceso que tienen que iniciar con las compañías aseguradoras, con la finalidad de que les paguen la reparación de los desperfectos causados por la explosión.

El encuentro también sirvió, explicó Cuadrado, para que el Ayuntamiento se haya comprometido a no retirar la vigilancia policial en los accesos de la finca "hasta que no estén cerrados" ya que, con la explosión, la puerta principal, ventanas, puertas, barandillas y carpintería resultaron afectados. "Hasta que la finca no esté cerrada, habrá vigilancia", dijo Cuadrado.

Cuadrado recordó hoy que lleva siete años residiendo en el bloque afectado, y que la comunidad de vecinos había tenido problemas con la presunta autora de la explosión, Ana M.P., quien, según los primeros indicios, roció su vivienda con gasolina en el mismo día en que tenía que ser desalojada por no pagar el alquiler del piso, que era de unos familiares suyos, y que ascendía a los 93,22 euros mensuales.

EL AYUNTAMIENTO ACOMPAÑARÁ A LOS VECINOS.

Tras la salida del encuentro, Hereu afirmó que los vecinos "se están organizando para tener una interlocución ante las aseguradoras", y añadió: "Miramos de acompañarlos" en este proceso". Además, expresó el compromiso del Ayuntamiento de "garantizar la seguridad del inmueble hasta que no esté cerrado", especialmente "durante los primeros días de Semana Santa".

El alcalde añadió que "aún no se saben las causas", y que la investigación "está en proceso", a cargo de los Bomberos y de los Mossos d'Esquadra. Indicó que "conllevará un cierto tiempo" el "retorno de la normalidad" a la finca, por las condiciones que presenta tras el inmueble.

ESPERAN VOLVER DESPUÉS DE SEMANA SANTA.

Los vecinos del edificio esperan volver a sus casas después de Semana Santa, según explicó el habitante del segundo cuarta Andreu Urrea, que vive en el piso superior a donde se encontraron los cadáveres.

Según sostuvo, en la reunión la mayoría de los habitantes del inmueble confió en que les permitan volver pasadas las fiestas. Más allá de los servicios de agua, luz y gas, los vecinos reclaman también que les restablezcan otras instalaciones, como las puertas, para poder volver.

Para defender sus derechos, en la reunión de esta tarde formarán una comisión de entre cuatro y cinco afectados que les representarán, y se encargarán de que el edificio cumpla los requisitos para poder volver "con seguridad", además de encargarse de hablar con los seguros.