La relación entre Cai Chao, un empleado de Ankang City Telecom Company, y su colega Jingjing (pseudónimo) se inició en marzo del año pasado, pero la joven decidió poner punto final a la relación al descubrir que Cai tenía "mal carácter, era demasiado independiente y la comunicación con él era difícil", informó hoy la agencia Xinhua.

Ultrajado y buscando venganza, Cai secuestró en mayo a Jingjing, la llevó a su apartamento, donde la ató con cuerdas y cinta adhesiva, y la torturó quemándola en pecho, abdomen y muslos con cigarrillos y agua hirviendo.

A continuación Cai apuñaló a Jingjing en el pecho y en el abdomen tres veces, y luego se apuñaló a sí mismo en el pecho en dos ocasiones.

El padre de Cai descubrió la sangrienta escena al regresar al apartamento y llamó a una ambulancia, por lo que la pareja se salvó.

El caso despertó una gran alarma social en la provincia de Shaanxi (noroeste de China), donde la joven ha recibido numerosas donaciones para pagar sus gastos de hospitalización, que ascienden a 37.500 dólares desde que fue ingresada (los servicios médicos no son gratuitos en el país comunista).

El Tribunal Popular Intermedio de Ankang sentenció a muerte con conmuta a Cai en primera instancia y ambas partes apelaron al Alto Tribunal de Shaanxi, que hoy reiteró la condena a muerte a Cai, aunque con dos años de plazo, ya que el condenado ha mostrado "remordimiento" e incluso ha compensado a Jingjing con 15.000 dólares.