Entrevista

Luis Rojas Marcos, psiquiatra: "Es fundamental atender la parte afectiva del paciente"

El reconocido doctor abrirá el Congreso Internacional para la Humanización de la Asistencia Sanitaria con una conferencia sobre la empatía en la atención sanitaria

Luis Rojas Marcos.

Luis Rojas Marcos. / MANUEL MURILLO

Cristina Ramirez

El doctor Luis Rojas Marcos abrirá en Córdoba el 3º Congreso Internacional para la Humanización de la Asistencia Sanitaria. El prestigoso psiquiatra, investigador, profesor y escritor sevillano, es miembro de la Academia de Medicina de Nueva York y de la Asociación Americana de Salud Pública, ha sido director del Sistema Psiquiátrico Hospitalario de Nueva York y responsable máximo de los Servicios de Salud Mental, Alcoholismo y Drogodependencias de esta ciudad estadounidense. Este jueves en Córdoba, hablará sobre el poder de la empatía en la atención sanitaria.

¿Falta empatía en la atención sociosanitaria? 

Hay que ver la empatía como la capacidad que tenemos los seres humanos de ponernos en el lugar de la otra persona. La empatía tiene un componente efectivo, de lo que sentimos, y también tiene un componente de los que pensamos, en el caso de la asistencia sanitaria al ver a los pacientes. La empatía a menudo da lugar a otro sentimiento que llamamos compasión. Y es que ese sentimiento de compasión nos lleva a hacer algo por ayudar a esa persona. La empatía es un ingrediente importante cuando hablamos de la humanización de la asistencia sanitaria, el tema general del congreso, como se humanizan las relaciones entre profesionales y pacientes en el sistema. De ahí que la empatía, la humanización y la dedicación ayuden. Otro punto que a mí me ayuda mucho es tener en cuenta la definición de la salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que define la salud como el estado de completo bienestar físico, psicológico y social, no solamente la falta de enfermedad. Yo creo que mantener esta visión es importante a la hora de humanizar la medicina y la asistencia sanitaria. Por ejemplo, si un paciente viene con un dolor en el brazo, desde el punto de vista físico es importante saber dónde te duele, cómo empezó el dolor, cuánto tiempo lleva doliéndote, pero es fundamental también atender la parte afectiva: Cómo te sientes con este dolor, cómo lo interpretas, cómo afecta a tu bienestar y cómo afecta a tus relaciones.

¿Qué importancia tiene esa humanización, concretamente, en la atención en salud mental?

En la salud mental tiene un peso muy importante. Tratar a personas con problemas mentales o psicológicos no cabe duda que es conectar emocionalmente con la persona que sufre. El tema de la salud mental es quizá un poco más delicado porque hay un estigma que marca a las personas que sufren enfermedades mentales. El estigma viene de muy antiguo, hace más de 100 años se pensaba que los enfermos mentales eran endemoniados. Luego, el estigma es un problema porque personas que podrían tener tratamientos a sus problemas psiquiátricos a la hora de pedir ayuda piensan: «No quiero que crean que estoy loco, que soy una persona débil».

¿Puede estar relacionado ese estigma con una falta de empatía en este ámbito de la salud?

Ese es un miedo por parte de los pacientes. Un tema importante es la depresión. La depresión es una de las peores enfermedades que podemos sufrir porque llega un momento en el que perdemos las ganas de vivir, donde la vida en sí pierde importancia. Por eso es tan importante que la persona que se siente deprimida no sufra ese estigma para que así vayan a buscar ayuda. Si el enfermo espera ser recibido con comprensión va a estar más abierto a recibir ayuda.

¿Cómo valora la atención sanitaria en España y Andalucía en comparación con Estados Unidos, donde usted reside?

La gran ventaja que tenéis en España y en Andalucía es que la salud es un derecho. Puedes ir a cualquier hospital y te pueden tratar y si no tienes dinero te lo paga la sanidad pública. Esa es una ventaja extraordinaria. En Estados Unidos hay personas que no llegan al nivel de pobreza para tener acceso al seguro médico público, para el que tienes que ganar menos de 10.000 euros al año o ser mayor de 65 años. Además, cualquier persona que cruce la puerta de urgencias de un hospital debe ser atendido hasta que la urgencia pase. No hay casos de personas que se mueren por no entrar a las urgencias, el problema está en que una vez que sales del hospital no te van a dar gratis la medicina. Este es el gran problema de Estados Unidos, si estás en esa situación en la que no eres oficialmente pobre, pero no ganas lo suficiente para pagar un seguro te arriesgas porque si vas a un hospital la factura te la pasan. La medicina en Estados Unidos como ciencia está muy bien, se invierte mucho en la investigación, pero a la hora de proveer los cuidados tiene carencias. Aquí podéis dormir tranquilos de que si os pasa algo no os vais a endeudar.