Comer sano puede ser emancipador

San Juan de Dios pone en marcha Nutrites, una iniciativa financiada por Carrefour que nace con el objetivo de mejorar la autonomía, la salud y el nivel de bienestar de las personas con discapacidad en aras de seguir avanzando en su camino hacia una vida más independiente y saludable.

De esta forma, y tras diez años de trabajo conjunto para la defensa de los derechos de las personas con discapacidad, los profesionales de los 14 centros que tiene San Juan de Dios en España para atenderlas y la Fundación Juan Ciudad, dan un paso más en esta dirección gracias al proyecto Nutrites. En esta ocasión, además, se suma el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, que lidera la parte de nutrición.

La baza formativa

El proyecto durará todo el año y dará como resultado un recetario de alimentación saludable y una guía sobre cómo implementar talleres de cocina accesibles para las personas con discapacidad intelectual. Estos dos materiales, en lectura fácil, serán digitales y estarán disponibles de manera gratuita para cualquier entidad o persona interesada.

Además, se formará a los profesionales de San Juan de Dios en materia de alimentación saludable para que, a su vez, puedan formar tanto a las personas con discapacidad atendidas en sus centros como a sus familias. Por último, se habilitarán cuatro aulas talleres de cocina en el Centro SJD de Valladolid, el Parc Sanitari SJD de Sant Boi de Llobregat, el Hospital Fundación San José de Madrid y la Ciudad San Juan de Dios de Las Palmas.

La financiación del proyecto Nutrites corre mayoritariamente a cargo de Grupo Carrefour y más concretamente de su Fundación Internacional, junto a fondos propios de la Orden Hospitalaria, en línea con su compromiso con la transición alimentaria y las necesidades de las personas con discapacidad

Por parte de la Obra Social de San Juan de Dios, cuya implicación ha sido crucial para sacar adelante esta iniciativa, se destaca que se abordarán dos cuestiones importantes de forma conjunta ya que, tal y como apuntan las investigaciones, las personas con discapacidad tienen mayor riesgo de padecer obesidad, además de que requieren oportunidades de aprendizaje adaptadas a sus necesidades.