Vicky Foods es una empresa de alimentación presente en cuatro continentes que basa su éxito en la mejora continua e innovación para responder en cada momento a las exigentes necesidades del sector.

Rafael Juan, el máximo ejecutivo de Vicky Foods, repasa en esta entrevista el pasado, presente y futuro de una firma que se ha convertido en un referente de su sector por la calidad de sus más de 350 productos y su apuesta por la innovación y la internacionalización. La compañía facturó el año pasado 352 millones de euros y da empleo a más de 2.500 personas.

Vicky Foods ha evolucionado de ser en su origen una panificadora a convertirse en una de las empresas de alimentación líderes en España ¿Cuál considera que ha sido la clave de su éxito?

Destacaría dos piezas fundamentales, la primera es que siempre hemos tenido claro nuestro objetivo, que es ofrecer los mejores productos de alimentación para las familias, y la segunda es que seguimos rigiéndonos por los valores que mi madre inculcó a la compañía: trabajo, perseverancia, calidad, creatividad y visión de futuro. Sin olvidarnos de nuestro equipo de más 2.500 personas, cuya profesionalidad y compromiso son una parte indiscutible de nuestro éxito. Todo esto nos ha llevado a que seamos la primera empresa en volumen del sector de pastelería y bollería en España cerrando el 2019 con una facturación de 352 millones de euros, con un porfolio de más de 350 productos, presencia en más de 50 países, 3 plantas de producción en Gandía, Villalonga y Xàtiva más otra en Argelia, un Centro de Innovación, 23 delegaciones comerciales dentro y fuera de España, una granja ovoproductora y una planta de envases.

El año pasado el Grupo Dulcesol se convertía en Vicky Foods, cuyo nombre es un homenaje a su madre Victoria, ¿con qué objetivo nació este holding?

Vicky Foods nace para mostrar la nueva realidad de un grupo empresarial multimarca y multicategoría con foco en nuevos mercados y sectores de alimentación ligados a una nutrición saludable e innovadora, y que busca satisfacer las nuevas necesidades de los consumidores.

Innovación, internacionalización y diversificación son los 3 pilares que sustentan la estrategia de Vicky Foods, ¿cómo se materializan estos puntales en la compañía?

La innovación forma parte de nuestro ADN. Prueba de ello, fue la inauguración en 2019 de nuestro Centro de Innovación, que tuvo una inversión de 6,5 millones de euros y cuyas áreas de actuación se centran en la mejora de aspectos nutricionales de nuestros productos, el desarrollo de actividad en el ámbito de I+D+i y la innovación tecnológica. El segundo de nuestros pilares, la internacionalización, es nuestra área de negocio más importante. En el 2019 el mercado exterior logró una facturación superior a los 65,8 millones de euros y nuestras previsiones son seguir con el ritmo de crecimiento de los años anteriores. Por último, en Vicky Foods hacemos una apuesta fuerte para diversificar nuestro porfolio de productos innovadores, saludables y clean label. Así, lanzamos Be Plus nuestra marca de alimentación saludable con productos elaborados con ingredientes naturales, sin conservantes, colorantes ni grasas procesadas y un cómodo formato que se adapta al estilo de vida ‘On the Go’.

La relevancia de la sostenibilidad en su cultura organizativa es cada vez mayor, ¿cómo la integran en su modelo de negocio?

Estamos convencidos de que no es posible consolidar el crecimiento económico de la empresa sin integrar un modelo de desarrollo de negocio que sea sostenible. Como muestra, uno de los grandes hitos de este año ha sido el anuncio de que nuestra marca Dulcesol pasará a empaquetar todas sus líneas de pan y pastelería en nuevos envases biodegradables. Esta iniciativa nos permitirá sustituir el uso de otras tipologías de plástico en nuestra línea de producción, así como reducir nuestro impacto en el medio ambiente, uno de nuestros objetivos destacados.

¿Cómo está afrontando Vicky Foods el reto de la digitalización?

Nuestra familiaridad con la digitalización ha sido una constante. En los 80 empezamos con la informatización de la empresa, en los 90 trasladamos la digitalización a las líneas de producción, en los 2000 comenzamos con la robótica y la digitalización de procesos y, desde la última década, estamos inmersos en el Marketing Digital. Además, desde nuestro Centro de Innovación invertimos mucho en Industria 4.0 e internet de las cosas (IoT), así como en desarrollar tecnología propia y personalizada.

¿Cómo están viviendo la pandemia y cómo ha afectado a la compañía?

Desde un principio fuimos catalogados como un servicio esencial por lo que debimos llevar a cabo un gran esfuerzo para modificar tanto estructuras como procesos de trabajo con el objetivo de garantizar el pleno rendimiento de nuestras instalaciones, mantener el total funcionamiento de toda nuestra cadena logística y asegurar el abastecimiento de alimentos básicos a la población. Siempre teniendo claro que nuestra prioridad era proteger a nuestros equipos. En cuanto a nuestra demanda y actividad, durante las primeras semanas llegó a duplicarse para después poco a poco volver a la normalidad.

¿A qué retos se enfrenta el sector de la alimentación teniendo en cuenta el contexto actual?

Esta crisis sanitaria nos ha puesto a prueba a todos, pero el sector ha estado a la altura de las circunstancias y ha respondido de manera extraordinaria demostrando que goza de muy buena salud. Sin duda alguna, jugará un papel crucial en la recuperación económica por el gran peso que tiene en nuestra economía.