Conocer qué piensan sobre lo que acontece sobre nuestra Semana Santa, sobre su cargo o cuáles son los proyectos futuros en la voz de las personas que están al frente de las hermandades que ponen en la calle los desfiles pasionarios tiene un gran interés y ha sido a través de la Asociación Procesionista del Año de Cartagena como se ha conseguido sentarlos en la misma mesa para someterse a un cuestionario de preguntas elaborado por Ginés Fernández Garrido, quien fue pregonero de la Semana Santa de 2017.

  • Marién García Boj | Al vencer en las elecciones de enero de este año, se ha convertido en la primera hermana mayor en la historia de la Cofradía de Jesús Resucitado
  • Juan Carlos de la Cerra Martínez | Hermano mayor de la Cofradía del Cristo del Prendimiento desde 2012 (aunque en funciones lo era desde 2010) y presidente actual de la junta de cofradías de la Semana Santa
  • Francisco Pagán Martín-Portugués | Hermano mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno desde el mes de julio de 2017, habiendo sido reelegido en el cargo en las elecciones de 2021
  • Manuel Martínez Guillén | Hermano mayor de la Cofradía de Caballeros del Santísimo Cristo del Socorro desde junio de 2003. Lleva 35 años en diferentes cargos directivos de la hermandad

¿Cuáles fueron sus primeros objetivos como hermanos mayores?

Marién García: «Será sacar la procesión. Tras tres años sin Domingo de Resurrección, hay que activar el engranaje con el problema del poco tiempo que llevo en el cargo. El otro objetivo que he

pedido es la unidad. Sin ella es difícil conseguir logros».

Juan Carlos de la Cerra: «Mi primer objetivo fue mantenerme en el cargo que me designó el obispo, cuando lo normal era haber sido elegido por los hermanos. Resultó una andadura difícil con

las pautas marcadas por la iglesia y llegué a pensar que duraría menos que un merengue en la calle Mayor, pero me puse en manos de Jesús Prendido. Luego, el obispo me agradeció que aceptara el cargo, pero me dijo que era una cruz y lo sigue siendo, pues es un puesto en el que hay que medir mucho las palabras, pues cada uno valora lo que dices a su manera, por lo que hay que ser respetuoso y sutil. También me dijo el obispo que debíamos ofrecer sentido de unidad. Los hermanos mayores somos iglesia y debemos ofrecer esta imagen de unión, como hacemos en la junta de cofradías, donde existe una gran cohesión. Al margen, siempre mis objetivos son y serán los que fije el órgano de gobierno de la cofradía».

Ven más factible que cada cofradía cree sus museos que un común que englobe a toda la Semana Santa

Francisco Pagán: «Mi objetivo es estar al servicio de mis hermanos. Cuando accedí al cargo sacar la procesión era algo casi mecánico y ahora se ha convertido en una gran preocupación. No es lo mismo ser presidente de agrupación que hermano mayor, donde, además, se precisan al menos ocho años para sacar adelante los objetivos. También me esfuerzo por demostrar que la cofradía no es una federación de agrupaciones, sino un único árbol, aunque le cueste entenderlo a algunos presidentes. Respecto al futuro, tengo objetivos que sacar en esta legislatura y que no pude hacerlo antes por la DANA y la pandemia, que ha generado momentos muy duros como tener que pagar empleados con sólo un 50% de la subvención y sin el dinero del alquiler de las sillas de las procesiones».

Manuel Martínez: «Mi propósito era que la Cofradía del Socorro cada vez fuese más conocida en Cartagena y que representase el 25% en la junta de cofradías, lo que se subsanó y ahora es la cuarta parte del banco de la Semana Santa. Hubo cambio de estatutos y ahora todos remamos juntos. También se logró adelantar de fecha el pregón, que hasta 2017 se celebraba después de nuestro vía crucis. Lo que es bueno para una cofradía es bueno para toda la Semana Santa de Cartagena».

¿De qué logros se sienten más orgullosos?

Manuel Martínez: «Que la Cofradía del Cristo del Socorro sea como las demás y que no haya perdido un átomo de sus raíces, aunque no podamos salir desde la Catedral Antigua. Es un orgullo

que la hermandad sea conocida y reconocida por abrir la Semana Santa de Cartagena».

Francisco Pagán: «Estoy orgulloso por el mantenimiento y conservación del patrimonio marrajo, y me gustaría pasar a la historia por ese trabajo. Somos de las pocas cofradías de la Región con una restauradora en nómina. Otro logro que destaco es subsistir en tiempos de crisis».

Apuestan por facilitar la entrada de la juventud, pero sin que suponga desplazar a los mayores

Juan Carlos de la Cerra: «Resalto el objetivo de sentirse todos unidos y todos iguales en la cofradía, lo que a veces resulta complicado. Antes que nada debemos ser californios, y creo que se va consiguiendo. En el capítulo material, destaco el inmueble de ‘La espiga dorada’ adquirido en 2017, que resolverá nuestro problema de espacio en 150 ó 200 años. Ha salido por el compromiso de la junta de mesa y de todas las agrupaciones».

Marién García: «Aún no tengo logros como hermana mayor, pero sí como presidenta de agrupación para bien de la cofradía, como fue instalar el azulejo de Jesús Resucitado en la pared de un

edificio junto a la Virgen, pues ofrece una visión de la cofradía. En lo religioso, se le dio a nuestro Titular visibilidad en Pascua, pues antes sólo había misas de agrupaciones, pero no un culto al Resucitado. Somos entidades religiosas y que hay que hacer todo lo que sirva para que crezca la fe».

¿Cuál es el papel cofrade actual de la mujer?

Marién García: «Lo primero es destacar la labor que lleva a cabo la Asociación de Mujeres Cofrades hacia la visualización de la mujer en la Semana Santa. Seguimos dando pequeños pasos gigantes en una evolución natural y cada vez más mujeres accederán a órganos de gestión. Si estoy orgullosa de ser hermana mayor es por ser escaparate para las mujeres que quieren y no se atreven».

Juan Carlos de la Cerra: «La mujer es tan importante como el hombre. Durante la democracia española, su paso gigante es impresionante en la sociedad y en las cofradías. Ellas ven más allá que los hombres y tienen algo especial que nosotros no tenemos. Además, su papel en cualquier campo es enriquecedor».

Francisco Pagán: «En la cofradíamarraja, las mujeres se eligen para los cargos por su valía, no por ser mujeres. Eso lo dice todo».

Manuel Martínez: «La mujer está plenamente integrada en la Cofradía del Socorro por su valía y no por cuotas de sexos. Fuimos pioneros en tener una hermana mayor y seguimos en vanguardia con la mujer y los jóvenes».

¿Y el de la juventud?

Marién García: «Las personas mayores son muy importantes, pero también los jóvenes, por lo que hay que buscar equilibrio entre ambos y conseguir que se escuchen y respeten mutuamente.

Yo he apostado mucho por la juventud, porque debe ser la que reme, mientras que los mayores deben ayudar a dirigir».

Juan Carlos de la Cerra: «Los jóvenes son importantísimos y resalto la imagen ofrecida en las salidas por España en los encuentros de jóvenes cofrades, en la que han mostrado unidad y una cifra más numerosa que Murcia, por ejemplo. Hay un grupo muy majo de californios, marrajos y resucitados que están pisando fuerte y que ya son el presente, pero no hay que olvidar a los mayores para que les den libertad o frenen sus impulsos. Hay que luchar por los jóvenes y darles competencias, pues están funcionado».

Francisco Pagán: «El estatuto marco diocesano establece tres pilares (juventud, caridad y formación), con lo que es obvia su importancia, pero nunca hay que eliminar el saber de nuestros mayores. En nuestra cofradía se habilitó un espacio exclusivo para los jóvenes, lo que refleja el valor que les damos. Con este parón muchos se han desganado y hay que conseguir que se enganchen porque faltan jóvenes dentro de las cofradías. Sólo hay que ver la media de edad de los que vamos a los actos litúrgicos».

Manuel Martínez: «La junta de mesa debe ser un equipo conjunto de jóvenes y mayores, conjugar juventud con veteranía. Nosotros tenemos totalmente integrados a los jóvenes, como demuestra que fue nombrado nuestro secretario general con 21 años de edad y que hace su trabajo perfectamente, al igual que otros jóvenes que están trabajando por la hermandad».

¿Debería tener Cartagena un museo de Semana Santa?

Juan Carlos de la Cerra: «Es la ilusión, pero la realidad nos dice que no fructificó el que se iba a hacer en el Palacio Molina. Tengo la opinión de que si no se pueden mantener los costes, se vendría abajo y que los patronos no siempre estarían detrás. En la ciudad podría ubicarse en el ‘edificio de la gota de leche’ o en el antiguo Cine Central, pero los californios tenemos la idea de que es más factible hacerlo como cofradía, como hemos visto en Lorca. Nosotros lo planeamos para Villa Pilatos, aunque antes el proyecto de ‘La espiga’ es prioritario».

Francisco Pagán: «No descarto nada, pero no sé qué generación lo vería. Respecto al Palacio Molina, recuerdo que nació pequeño y con dificultades por tener varias alturas. Lo que sí me parece lamentable es tener grandes obras en los almacenes con el riesgo de humedades, polillas, etc. Nosotros hemos proyectado uno como marrajos en la calle Cuatro Santos. Es un espacio 321 metros cuadrados, que espero que en un año sea una realidad».

Manuel Martínez: «No salió adelante el proyecto del Palacio Molina porque costaba 45 millones de pesetas cada año. Entonces sólo estaban de patronos la UCAM y Repsol, mientras que el Ayuntamiento cedía el inmueble y no hubo apoyo de la Comunidad Autónoma ni de los empresarios. Entonces, yo ya estaba en la junta de cofradías y visitamos a muchos empresarios, pero el resultado fue de cero. Cartagena es así. Ahora felicito a los que van a crear museos individuales y creo que cada cofradía debe buscar su espacio».

Marién García: «Apoyo la idea que aquí se ha expresado, pues es una pena que la riqueza tan grande que tiene la Semana Santa de Cartagena se quede en los almacenes. Son maravillas que deben ser expuestas».