La pancreatitis aguda es un auténtico problema de salud pública.

Dentro de las enfermedades gastrointestinales, es una de las patologías que más ingresos hospitalarios provoca en todo el mundo.

En España su incidencia es de 72 pacientes por cada 100.000 habitantes. Y aunque el 35% de los casos son moderados y/o severos, la pancreatitis representa una mortalidad global del 4,2%.

Y es que, las primeras 72 horas son cruciales para determinar su gravedad y pautar el tratamiento más adecuado para el paciente, como explica la doctora Judith Millastre, experta de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y especialista en Aparato Digestivo en el Hospital Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.

  • La pancreatitis aguda es un “proceso inflamatorio agudo que se produce tras una agresión inicial que afecta a la célula acinar y que puede limitarse a la glándula pancreática, aunque también puede afectar al tejido peripancreático o, incluso, presentar manifestaciones en otros órganos localizados a distancia”.

Aunque puede ser autoinmune, tener realción con algunos fármacos... en la mayoría de los caos está provocada por dos causas principales:

  • Litiasis biliar, que se trata de la presencia de cálculos o “piedras” en la vesícula biliar o en los conductos biliares, lo que provoca una pancreatitis litiásica. Es más común en mujeres.
  • Consumo de alcohol y/o tabaco. Lo que provoca una pancreatitis tóxica. Es más habitual en hombres.

Los niveles altos de triglicéridos se asocia a un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y pancreatitis Pixabay

La pancreatitis aguda puede ser:

  • Leve: causa mínima disfunción de órganos y su recuperación se da sin incidentes.
  • Grave: se asocia a un fallo orgánico o complicaciones locales (como las colecciones inflamatorias con o sin necrosis).

Síntomas y tratamiento de la pancreatitis aguda

Los síntomas más frecuentes son:

  • Dolor abdominal: suele estar muy localizado en la zona epigástrica (zona alta de abdomen) e irradia en cinturón hasta la espalda en lo que llaman el "cinturón pancreático".
  • Náuseas.
  • Vómitos.

La pancreatitis aguda, que ha sido uno de los temas del LXXXII Congreso de la SEPD, que se ha celebrado del 8 al 10 de junio en Sevilla, es una enfermedad para la que “no existe un tratamiento específico”, por lo que “su manejo se centra en tres pilares fundamentales”.

  • Fluidoterapia. Administrar líquidos por vía venosa para mantener la estabilidad hemodinámica y el equilibrio hidroelectrolítico. En los últimos años, las recomendaciones en las guías de práctica clínica han cambiado: “de aplicar una fluidoterapia muy agresiva (a través de un importante suministro durante las primeras horas de evolución), a una más moderada y por objetivos hemodinámicos concretos”.
  • Nutrición. “Se ha pasado de recomendar un reposo digestivo absoluto a una nutrición precoz, permitiendo al paciente comer cuando antes y por vía oral, preferiblemente”
  • Analgesia. Eliminación de cualquier sensación de dolor.

La pancreatitis requiere hospitalización y suele cursar de forma leve Freepik

De los tres tratamientos, “la fluidoterapia y la nutrición son los que mayor beneficio han demostrado para el manejo del paciente con pancreatitis aguda durante las primeras horas de evolución”. 

La experta subraya que la analgesia resulta también fundamental, pero no hay evidencia de calidad que demuestre la superioridad de un analgésico con respecto a otro.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Te puede interesar:

  • Alcohol.
  • Tabaco.
  • Presencia de litiasis biliar. Sobre todo, pacientes que han tenido episodios de complicaciones relacionadas con ella (como cólicos biliares, colecistitis, etc.)
  • Factores genéticos. Aunque es uno de los factores de riesgo menos frecuente, los especialistas realizan estudios genéticos en pacientes jóvenes (menores de 40-45 años) con diagnóstico de pancreatitis aguda de causa no identificada, especialmente en casos recidivantes, es decir, recurrente .
  • Edad. Especialmente si el paciente es mayor de 45 años.

Así, es esencial para manejar y controlar la pancreatitis aguda en las primeras 72 horas de ingreso del paciente, que en la mayoría de los hospitales haya un gastroenterólogo de guardia para monitorizar correctamente su evolución y evitar que su pronóstico empeore y poner en peligro su vida.