Cuando utilizamos el primer término del título de hoy, fruncimos el ceño un poco, ¿no? De siempre el término ´jefe´ ha tenido una denotación negativa. También es normal que no opinéis lo mismo, los que habéis tenido o tenéis un ´buen jefe´; aunque me temo que sois menor en número de los que piensan lo contrario.

¿Por qué cada vez que hablamos de nuestro jefe nos viene nuestra vena más crítica y somos capaces de ver nuestra situación laboral completamente distinta a cómo la ve él? ¿Y viceversa? Por mi propia experiencia y habiendo estado en ambas situaciones, todo es, desde mi punto de vista; falta de comprensión, falta de empatía, falta de saber escuchar y falta de perspectiva. ¡Ojo! Y lo digo por ambas partes.

¿Sabéis qué palabras son las más utilizadas en las empresas de puertas hacia fuera? Responsabilidad, comunicación, equipo, compromiso, igualdad, productividad, eficacia, eficiencia€ ¿Y de puertas hacia dentro? Gandulería, injusticia, manía, irresponsabilidad, explotación, abuso, falta de iniciativa€

Una empresa es un barco en que todas las personas, que son completamente iguales, reman en la misma dirección, para llegar a un buen puerto y recoger beneficios para todos. ¿Qué ocurre en ese viaje? Que no nos vemos como iguales; pensamos que tanto nuestros jefes, como nuestros empleados están totalmente equivocados, la opinión de uno va el contra de la del otro; ya que ambas partes se creen en la posesión de la verdad, sin reflexionar por un segundo en las razones del otro. Y cuando los remos de ese barco van en distinta dirección y sintonía, pasa lo que pasa. ¿Cómo cambiar este pensamiento; que sin duda es una lacra para todos como personas, y por ende, para las empresas? En mi opinión; cambiando nuestra forma de ´vernos´; no vernos como inferiores, ni como contrarios, ni como rivales de una persona que trabaja a mi lado y que quiere lo mismo que yo; aceptar el rol que tenemos, respetar opiniones, criticar constructivamente, fomentar la comunicación, los valores, la participación, mirar de igual a igual a un jefe y a un empleado, pensar que cada persona tiene su responsabilidad, lleve corbata, traje, mono o bata. Todas las personas que componen las empresas quieren lo mismo.

Este artículo, como otros muchos, sigue sin tener nada de valor si no ponemos ya en práctica que tú y yo (jefe y empleado) somos iguales.