Camaradas camaristas

Manuel Durán también se proponía acudir anoche a la cena convocada por Vox en el restaurante La Gotera, en la huerta de Murcia, en la que el partido liderado electoralmente por Luis Gestoso reunió a exmilitantes destacados del PP que ocuparon en su momento distintas responsabilidades: concejales, pedáneos, presidentes de juntas, vocales... 238 sillas reservadas. Durán es especialmente simbólico porque presidió el PP en Lobosillo y el pasado junio presentó su candidatura para liderar el partido en la Región frente a Fernando López Miras, aunque casi en el mismo trámite la retiró.

Simbólico es también que durante años fuera secretario de la Federación de Municipios cuando la presidía el que fuera alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara. Es, en ese sentido, uno de los más significados camaristas de entre los invitados a la cena, aunque en realidad todos lo son, pues la característica general es la de, por decirlo así, descolgados de la etapa de su sucesor, José Ballesta.

En realidad, se trataba de una cena de camaristas sin Cámara. Éste prefería ayer acudir al acto en Torre Pacheco de la Fundación Ingenio, que es una manera de asistir a un acto de Vox que no está convocado por Vox. En La Gotera no se le esperaba, aunque estuvieran todos los suyos.

Operación Trotsky

Cámara coincidió esta semana en una celebración de aniversario de la Ermita de la Cruz en el barrio del Palmeral de Sangonera la Verde con el alcaldable de Vox, Gestoso, que apatrulla la ciudad, y el exconcejal Pepe Ros, que ahora trabaja políticamente para Vox. Dicen que fue una coincidencia circunstancial, pero las fotos que reproducen el encuentro son altamente simbólicas. A nadie le quedan dudas de que Cámara, aun de manera discreta, alienta el movimiento de trasvase de los suyos al partido de los abascales con el fin de intentar restar todo el posible respaldo electoral en pedanías al candidato popular. El exalcalde estuvo siempre en desacuerdo con la decisión de Valcárcel de que Ballesta se hiciera cargo de la candidatura a la alcaldía. Ni en el 91 ni ahora ha mostrado públicamente gestos de simpatía alguna con su sucesor, y todos los movimientos que se le han podido detectar muestran su rechazo a Ballesta así como al liderazgo de López Miras, a fin de cuentas el relevo de Pedro Antonio Sánchez, que fue quien le instó a que renunciara en su día de la secretaría general del PP a causa de las condiciones que impuso el genuino Cs para pactar con los populares en la Asamblea Regional. En el 91 se le hizo alguna compensación al arrastrar Ballesta un par de concejales afines a Cámara, que ya no están en la papeleta del 28M.

En la mañana de ayer, Manuel Durán era todavía militante del PP, hasta que a mediodía remitió una carta al presidente regional, López Miras, en la que recuerda que milita en la organización desde los tiempos de Alianza Popular, «y en todos esos años siempre encontré dos cosas: ilusión y ganas de transformar nuestros pueblos y ciudades, nuestra región y por supuesto, España», pero añade que «hoy, en la dirección del Partido Popular de la Región de Murcia sólo queda de todo aquello que te he citado la traición y la deslealtad». Dice que «duele ver como se ‘liquidan’ generaciones de personas valiosas o, a otras, simplemente se les arrincona por el hecho de pensar que puede haber una Murcia mejor para todos». También asegura que le duele ver «cómo los estatutos del partido y las más elementales normas de la democracia se pisotean a diario, bajo el mantra de que el fin justifica los medios». Y, para resumir, concluye que «duele ver cómo se destruye un gran proyecto político, para convertirlo en sólo una máquina para ganar elecciones, sin mas objetivo que detentar el poder». Y se despide: «Te envío un respetuoso saludo y un ¡hasta la vista! por si nos cruzamos en el camino». Parece claro que no han pasado muchas horas desde que los caminos se ha cruzado, pues Durán se dispone a colaborar electoralmente con Vox.

Desde el PP se insinúa que algunos de los expresidentes locales que anunciaron su presencia en la cena se presentaron a primarias en sus respectivas pedanías, y las perdieron. Pero ningún portavoz quiere hacer una declaración oficial al respecto.

Lo que queda claro es que el camarismo ha decidido pasar a la acción con todas las consecuencias, y sea cual sea el efecto final está produciendo una distorsión en la potente organización popular en las pedanías de la capital.

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