Feijóo ¿sube o baja la escalera?

Se dice de los gallegos que, vistos en una escalera, no se sabe si suben o bajan. Alberto Núñez Feijóo viene mañana a Cartagena, y ahí podríamos tener la prueba del nueve que deshaga el topicazo. 

La prueba del nueve, para quienes gozamos de los sistemas antiguos de enseñanza, era una fórmula para validar la corrección de las operaciones matemáticas. Mañana podríamos saber si nos salen las cuentas con Núñez Feijóo. Lo tiene fácil. Sólo tendría que declarar que el PP votará en el Congreso de los Diputados a favor de la Iniciativa de Impulso Legislativo aprobada en la Asamblea Regional por la mayoría parlamentaria que lidera Fernando López Miras que solicita la derogación de los planes hidrológicos de cuenca para volver a las reglas anteriores de explotación del Trasvase Tajo-Segura. 

En la Región se extiende un cierto aire de suspicacia al respecto. Pudiera ser que el PP murciano, a sabiendas de que dicha iniciativa no será votada en Madrid antes de las elecciones autonómicas, se hubiera marcado el farol de que la organización nacional de su partido respaldará una enmienda a la totalidad a la política del ministerio socialista de Transición Ecológica respecto a la rebaja de los caudales ecológicos del Plan Hidrológico del Tajo y a la anulación de los recortes que afectan al Tajo-Segura. Pues bien, es hora de saber, aprovechando que Feijóo pasa por Cartagena, si lo de López Miras es un gesto para las urnas que, una vez repletas de votos, quedará en el olvido por los compromisos, también electorales, del PP en otras Comunidades, sin ir más lejos la de Castilla-La Mancha. 

Señor Feijóo: ¿votará el Grupo Parlamentario nacional del PP a favor de la iniciativa remitida a las Cortes Generales por la mayoría popular de la Asamblea Regional? ¿Sube o baja la escalera? ¿Se moja o la cosa queda al ya te veré?

Tenemos por aquí antecedentes al respecto. Mariano Rajoy se manifestó en su día en Murcia por el trasvase del Ebro, y los populares aseguraron entonces, cuando Zapatero lo derogó, que recuperarían el proyecto cuando ellos gobernaran. Es más: quien fuera consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, afirmó públicamente que dimitiría de su cargo si Rajoy no reponía ese trasvase. El PP gobernó tras Zapatero, con el manifestante Rajoy en la Moncloa, pero jamás se volvió a hablar del Ebro. Cerdá no cumplió, claro, su promesa y si dimitió al fin fue por otras cosas:para que el caso de presunta corrupción denominado Novo Carthago pasara a los tribunales ordinarios y sacar así a quien había sido su presidente, Valcárcel, de las instancias superiores de Justicia. 

Contamos, digo, con ese precedente: el PP no recuperó el trasvase del Ebro cuando gobernó en España a pesar de proclamaciones, movilizaciones, promesas y aspavientos. ¿Quién garantiza ahora que la iniciativa parlamentaria regional para devolver los caudales a la cuenca del Segura no es otro brindis al calor del sol electoral? 

Feijóo tiene la palabra. Mañana y precisamente en Cartagena, zona especialmente sensible a esta cuestión, puede ratificar que lo que afirma López Miras es compartido plenamente por su partido en el ámbito nacional o eludir la cuestión dando lugar a que se sospeche que se trata sólo de una artimaña electoral más que el tiempo y las circunstancias disiparán. A ver, esa prueba del nueve. 

O que López Miras se atreva a imitar a Cerdá y prometa que dimitirá si Feijóo no devuelve los caudales del Tajo. Total, para lo que sirven ese tipo de promesas...  

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