Ya quedó claro en nuestro artículo de la semana pasada «No podemos bajar la guardia» que con la sentencia del Tribunal Supremo contra el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en los EE UU, en vigor desde 1973, las conquistas sociales no son irreversibles y que, por muy consolidados que nos parezcan nuestros derechos y libertades, peligran cuando las fuerzas más conservadoras llegan al poder.
Hoy nos centraremos en las respuestas que este acontecimiento ha provocado dentro y fuera de nuestras fronteras.
Los titulares de prensa de los últimos días son suficientemente explícitos: «Miles de personas se manifiestan en Madrid contra el aborto»; «La sentencia del Tribunal Supremo de EE UU da esperanza, han declarado los manifestantes» (El País, 26/06/2022). 25.000 personas según las cifras gubernamentales, 100.000, según las más de doscientas organizaciones convocantes son cifras que pueden resultar equívocas y poco significativas en un país de más de cuarenta millones de habitantes, pero son números lo suficientemente representativos como para despertar las alarmas.
Estamos obligadas y también obligados (hay muchos hombres en esta lucha) a seguir defendiendo nuestros derechos, recordando que sobre nuestro cuerpo somos nosotras las que decidimos
Cabe preguntarse quién está detrás de estas movilizaciones. Una de las organizaciones más destacadas es NEOS, liderada por el ex ministro Jaime Mayor Oreja y por María San Gil, ambos destacados miembros del Partido Popular. Esta organización, según su página web, es una plataforma ‘cultural’ en defensa de los valores cristianos, la unidad nacional, la familia o la corona, entre otros.
Al calor de la sentencia del tribunal norteamericano, el ex ministro del PP ha querido dejar clara una advertencia: « este Gobierno, y al que venga: lo importante es que a partir de mañana estaremos más movilizados. No nos vamos a callar, vamos a estar más presentes, más activos, más unidos que nunca».
«40 Días por la Vida» es otra de las organizaciones convocantes. Forma parte de una campaña mundial dirigida a acabar con el derecho al aborto a través de la oración, el ayuno y la sensibilización de la comunidad, realizando vigilias diarias y constantes frente a los ‘abortorios’, como denominan a las clínicas en las que se practican abortos. Nayeli Rodríguez, coordinadora nacional de la plataforma, ha manifestado: «Este hito histórico va a desembocar en una ola provida en todo el mundo que va a ser imparable».
Por su parte, Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida, ha realizado declaraciones exultantes y emocionadas tras el éxito obtenido en las movilizaciones de Madrid y, desde la cabecera de la manifestación, ha acusado a las Administraciones de «persecución contra quien piensa diferente».
Ningún partido político ha acudido como tal a la movilización, ni siquiera Vox, pero sí han estado presentes, a título personal algunos de sus destacados representantes, como Santiago Abascal, Iván Espinosa de los Monteros o Rocío Monasterio.
Tampoco ha acudido la Conferencia Episcopal Española (CEE), pero sí ha colaborado con las organizaciones ultracatólicas promoviendo las movilizaciones desde los púlpitos y emitiendo comunicados en los que anima a la participación, tanto a sus fieles, como al clero. El secretario general y portavoz de la institución, Luis Argüello, ha celebrado en twitter la decisión del Tribunal Supremo de los EE UU de revocar el derecho constitucional al aborto libre, que considera «un aliento para seguir luchando».
Otro cargo público que ha querido dejar constancia pública de su parecer tras conocer la sentencia de la Corte Suprema estadounidense ha sido Juan García Gallardo, vicepresidente del Gobierno de la coalición de la Junta de Castilla y León. A través de una red social ha manifestado «la alegría de las personas que hemos hecho una apuesta decidida por la vida». Por supuesto está en su derecho de expresar su opinión como cualquier otra persona, el problema vendrá cuando, como gobernante, quiera imponer sus creencias personales y principios ideológicos a toda la ciudadanía.
Pero si las reacciones aplaudiendo la sentencia del Supremo de Estados Unidos han sido llamativas, no lo han sido menos las de todos aquellos que han vivido esta decisión con impotencia y tristeza. Este grave retroceso en derechos y libertades ciudadanas ha causado también estupefacción dentro del Gobierno de España, tal y como han expresado tanto el presidente Pedro Sánchez como las ministras Yolanda Díaz e Irene Montero, muy categóricas a la hora de defender y extender los derechos de las mujeres en lugar de abolirlos. En este mismo sentido se han expresado tanto el propio presidente de los EE UU, Joe Biden, como el expresidente Barack Obama y figuras tan destacadas como Hillary Clinton o Michelle Obama. También en Europa el presidente francés Emmanuel Macron ha expresado su desolación por la decisión del máximo tribunal.
Las movilizaciones multitudinarias de la militancia y colectivos feministas, se llevan realizando en 44 ciudades de los Estados Unidos desde hace meses, desde que se tuvo conocimiento del borrador que recogía la sentencia, y han continuado tras el anuncio de la sentencia definitiva
Las organizaciones feministas argentinas han sido convocadas a movilizarse dentro de la Campaña Nacional por el Aborto Legal Seguro y Gratuito en la puerta de la embajada de EE UU en Buenos Aires para llevar a cabo una acción de repulsa por el fallo de la Corte Suprema y de apoyo a los millones de mujeres de ese país, declarando el Estado de Alerta Global: «Repudiamos la decisión de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos de anular el fallo Roe v. Wade, revocando a nivel federal la protección constitucional del derecho al aborto que rigió durante casi cincuenta años en ese país. La Corte estadounidense atenta con esta resolución contra los principios de libertad y de igualdad, en especial para las personas más vulnerables, como las migrantes racializadas, y del colectivo LGTBQ», declararon las impulsoras de la campaña.
Este rápido repaso de la situación desencadenada por el fallo del Tribunal Supremo contra el aborto en los Estados Unidos muestra cómo las luchas que creíamos superadas hace décadas son de nuevo necesarias para defender lo que nos pertenece y se nos quiere arrebatar. Una y otra vez, en nuestra historia reciente nos vemos abocadas a reafirmar el argumentario que en su momento sirvió de herramienta transformadora para reivindicar la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo frente a los viejos planteamientos esgrimidos por las personas y las organizaciones más conservadoras de nuestra sociedad. Visto lo visto, hay que seguir combatiendo sin descanso.
Estamos obligadas y también obligados (hay muchos hombres en esta lucha) a seguir defendiendo nuestros derechos, recordando que sobre nuestro cuerpo somos nosotras las que decidimos. Las decisiones sobre nuestra sexualidad y maternidad no precisan de tutelas patriarcales. Por todo ello: ¡Ni un paso atrás!
