La Opinión de Murcia

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Jutxa Ródenas

Erre que erre (rock and roll)

Jutxa Ródenas

Fobias

Simon & Garfunkel

Decir que las fobias y la edad van de la mano tal vez sea mucho decir, saber diferenciarlas del miedo reside en nuestra reacción. Y, personalmente, cuánto más vieja, peor es mi anafilaxia ante situaciones que hace tiempo podrían hacerme sentir temor y ahora es auténtico pánico el que me provocan.

Ese instinto de supervivencia que alberga ser una mujer de mediana edad, soltera, cabeza de familia, que no puede permitirse bajar la guardia me ha hecho, por los golpes que da la vida, confrontarlos y hasta dominarlos, jamás evadirlos. Con las vivezas que acontecen, sólo los que somos conscientes de lo que se cuece podemos acatar esta emoción. Creo que los terrores más paralizantes que se pueden experimentar suceden cuando somos padres, proteger de un entorno que se conoce abrupto y hostil a un ser que al nacer depende sólo de sus progenitores.

Jamás habrá paz en tus días cuándo eres madre o padre, y créanme que la sobreprotección no garantiza nada, por experiencia diré que funciona como profecía y lo que tenga que pasar, pasará. Sólo la confianza, junto a una gran dosis de comunicación nos hará un poco más libres. ¡Ea! Miedo superado.

Indago sobre esa ansiedad y pavor irracional que observo en conocidos y veo que tengo cuarto y mitad de cada una, más que nada por eso de quitarle hierro al asunto.

Y como siempre, golpean mi cabeza maravillosas canciones que completan y dan sentido a mi escrito. Las hay brutales, os diré. Cómo ese psicodélico tema de The Byrds, censurado injustamente al pensar que hablaba sobre un viaje de LSD cuando realmente Dave Crosby y Gene Clark compusieron Eight Miles High tras confesar Clark su pánico a las alturas y a volar. O esa sensación de soledad por sufrir fobia social, miedo al rechazo y ansiedad generalizada a la que Simon & Garfunkel pusieron música y letra al unísono en I am Rock. Jamás una canción tuvo más fuerza, lírica demoledora y frases memorables para hacernos reflexionar sobre nuestra condición de animales sociales.

Hay que ser muy valiente para reconocer en público tus temores, sabiendo que las consecuencias pueden ir más allá de las burlas o los nefastos gestos de esos que piensan que, con sentido del humor y sátira, pueden quitarte el miedo de un plumazo. Sin entender que la burla es el medio que emplea el necio acomplejado para quedar por encima.

Y no, querido. Poner esa serpiente de plástico en mi bolso no tuvo la menor gracia y me guardo la opinión para comentarla en otra columna, que en esta ya no me da.

Canción que escucho mientras escribo: I am Rock, de Simon & Garfunkel

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