Como un resorte (activado desde Génova), respondió López Miras al acuerdo del Gobierno central sobre la regulación de los precios del alquiler, tachando a la futura Ley de Vivienda de «expropiatoria, intervencionista y alejada de las políticas liberales de la región», además de ‘comunista’.

Si no recuerdo mal, fueron las políticas liberales, que impulsaron el urbanismo salvaje y especulativo y la burbuja financiera, las que provocaron la crisis de 2008 con la quiebra de multitud de empresas y entidades bancarias y la ruina de muchos particulares, arrojando al paro a millones de trabajadores/as hasta niveles nunca conocidos y que hoy, trece años después, todavía no se han recuperado.

También fueron las causantes de un paro juvenil galopante y de un incremento desorbitado de la precariedad laboral y salarial, hasta tal punto que empezó a hablarse de la primera generación de jóvenes que iban a vivir peor que sus padres.

Una política liberal, recordarán, sustentada en la irreal idea de un mercado autorregulado y en la innecesariedad de la intervención estatal, salvo para asumir las pérdidas de los impulsores de estas políticas.

Pues bien, los mismos que dejaron sin esperanza a toda una generación de jóvenes, con la tasa de paro más alta jamás conocida y salarios precarios a pesar de su formación y alta cualificación, les dicen ahora, a esa misma generación que dejaron en la estacada, que lo mejor para acceder a la vivienda es seguir sus recetas liberales: dejar operar al mercado ‘libremente’ abandonándoles a su suerte.

Y cuando el Gobierno interviene, como en el caso de la futura Ley de Vivienda, para corregir el reguero de desastres que las políticas liberales van dejando a su paso sobre la mayoría de la población, sobre todo joven, resulta que se trata de una ley expropiatoria, intervencionista y comunista.

Pues sí, efectivamente. Se trata de una ley que, siguiendo el mandato constitucional del artículo 47, plantea la intervención del Estado para promover las condiciones necesarias y establecer las normas pertinentes que hagan efectivo el derecho a una vivienda digna y asequible, ya que el mercado no lo facilita. Por cierto, las ayudas al alquiler y adquisición de vivienda joven recién anunciadas por Díez de Revenga se financian totalmente con fondos estatales.

Posdata: Te recuerdo, Fernando, que la CE tiene un porcentaje comunista en su ADN. El PCE formó parte del pacto constitucional. Está en Wikipedia.