E l Gobierno de España apuesta por el sector agroalimentario como uno los motores fundamentales de la economía española y más concretamente de la Región de Murcia, prueba de ello es un aumento significativo en los presupuestos generales para 2021 en agricultura, ganadería y pesca, la reforma de la Ley Alimentaria, y el más que positivo resultado de la gran gestión del Gobierno de España en las negociaciones de la PAC.

Desde hace años nuestros agricultores se han esforzado en la transformación del modelo productivo de la agricultura, ganadería y pesca a través de la mejora de nuestros productos, creando nuestro propio sello de calidad y evolucionando hacia un modelo basado en la cantidad más que en la calidad. Esta es la única forma de desmarcarnos de un mercado en el que algunos utilizan la precariedad laboral y productos sin control fitosanitario para competir.

No obstante, queda mucho por hacer. Más del 20% del empleo en nuestra región procede de la agroalimentación, muy por encima del resto de España. Un empleo precario, con bajos salarios y sin acuerdo para negociar un nuevo convenio colectivo. Sin lugar a duda, esta situación tiene una gran influencia en que nuestra región se sitúe como una de las que tiene los salarios más bajos de España. Por todo ello, los socialistas seguimos trabajando desde las instituciones para revertir esta situación de precariedad, para que aquel ‘progreso’ que empezó a rodar ya en 2018 con la llegada del PSOE al Gobierno de España no pare en su ímpetu de seguir creciendo juntos sin dejar a nadie atrás.

Desde el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se están llevado a cabo varias actuaciones, en su mayoría demandas por parte del sector en su conjunto. Todos los agentes de la cadena alimentaria han trasladado al ministro Planas directamente todas sus reivindicaciones a lo largo de este pasado año en más de 650 reuniones, donde han participado desde el sector primario, hasta representantes de los consumidores.

Una apuesta clara y directa es también cómo este Gobierno ha abordado la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria, otra reivindicación del sector, que año tras año ha visto como sus productos perdían valor y éste a la vez, se multiplicaba de forma disparatada hasta llegar al consumidor. Esta reforma tiene como objetivo la defensa de los precios del producto mediante la prohibición de la venta a pérdidas y de las prácticas desleales entre otros. Pero como se suele decir, el camino se demuestra andando y el compromiso con el sector agrícola queda reflejado en los propios Presupuestos Generales del Estado, presupuesto con una dotación de casi 8.500 millones de euros, lo que supone un incremento del 10,47% con respecto al presupuesto de 2019. Si desmenuzamos la cifra observamos que el área de agricultura y alimentación contará con 8.069 millones de euros para lograr un desarrollo rural sostenible, mediante una transformación justa y equilibrada; el presupuesto en el área de pesca permitirá consolidar la apuesta del Gobierno por una gestión pesquera sostenible. También cabe mencionar que el presupuesto previsto para subvencionar el Seguro Agrario en el Plan 2021 asciende a 251,2 millones de euros, dotación que supera en 40 millones de euros el presupuesto aprobado durante los últimos cinco años es una de las principales exigencias del sector agroalimentario.

No es posible hablar de progreso y evolución en el sector agroalimentario sin mencionar el Real Decreto aprobado por el Gobierno de España sobre la continuidad de la PAC, asegurando y posibilitando que agricultores y ganaderos puedan percibir 7.200 millones de euros en cada año (2021 y 2022), hasta la entrada en vigor de la nueva PAC. El Real Decreto garantizará el pago de las ayudas directas que perciben agricultores y ganaderos, mejorará la gestión, el control de las ayudas y garantizará la exigencia del sector agroalimentario y de las Comunidades autónomas de mantener el presupuesto de la Política Agraria Común actual para España (unos 47.000 millones de euros para todo el periodo). Objetivo conseguido a pesar de las dificultades de la negociación con Europa, donde España y nuestro `presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha estado a la cabeza de las iniciativas del acuerdo histórico europeo con los grandes líderes de la UE.

Claramente no es un asunto baladí tal y como quiere plantear el PP, más preocupado por generar crispación, confusión y ruido en la sociedad que en contribuir a que España siga avanzando. Es duro ver como el PP ha puesto todos sus esfuerzos para evitar y entorpecer los acuerdos con la UE, con un argumentario lleno de falsedades que han ido alterando según avanzaba la negociación con Europa, a sabiendas de que su actuación atenta contra los intereses del sector agroalimentario. En un principio hablaban de que se perderían fondos por un valor en torno al 30%, más adelante hablaban del 20%, hace escasamente unos meses ya cambiaban su argumento diciendo que la pérdida sería de un 10%, y finalmente los escuchábamos hablar del 1%, algo que no se corresponde con la realidad puesto que ese 1% pertenece a los fondos de recuperación.

El objetivo del Gobierno de España siempre ha sido muy claro, ha consistido en lograr una PAC para todos. Un camino que ya ha comenzado y si el PP decide no colaborar, al menos que no entorpezca al progreso y mejor desarrollo del sector agroalimentario.