Mañana celebramos el 755 aniversario de la Reconquista de Murcia. ¿Qué significa esto en la actualidad? ¿Es solo el mito fundacional de una España que ya no tiene vigencia? ¿Debemos enterrar este recuerdo en beneficio de las autonomías desleales, que se autoproclaman como nuevas Taifas? Llevamos demasiado tiempo denigrando la Reconquista y disolviendo este hecho excepcional con creencias falsas que empobrecen el orgullo nacional, como el cuento de las Tres Culturas conviviendo en armonía y otros relatos confeccionados por la Leyenda Negra.

En 1266 nuestros antepasados reconquistaron la Taifa de Murcia y nos la entregaron en justo ´repartimiento', tras una larga lucha contra un enemigo mortal. Murcia era un territorio tributario de Castilla que no podía demorar por más tiempo ´la alegría' de su incorporación a la cristiandad española. La idea de la Reconquista fue ante todo un proyecto nacional, siempre presente en la conciencia colectiva, como una tarea inexcusable durante ochocientos años. Los españoles nunca aceptaron ni se resignaron a la dominación islámica, aunque el enemigo parecía imposible de doblegar. Y así se mantuvo el espíritu de cruzada durante siglos. Sin los valores de la Reconquista no se entiende la esencia de España en su realidad histórica, una comunidad nacional que ha llegado hasta nuestros días.

El deber de reconquistar y «el dolor por la España perdida» no cesó hasta 1492. Fecha en que los Reyes Católicos, a quienes debemos todo lo que tenemos, culminaron ese gran proyecto de reconstrucción. Ningún territorio islamizado, en otro lugar de la tierra, ha logrado recuperar su identidad como lo hizo España. Una nación que se creó como una obra de arte, no por anexión, sino por incorporación de los pequeños reinos y condados, reconquistados para una realidad superior que los fue englobando sin eliminarlos. Nuestra patria se configuró como un gran sistema de incorporaciones, no de disgregaciones, en torno a una gran causa nacional y una fe común. Las dos fuerzas que nos unificaron nos integraron en Europa y, al mismo tiempo, nos abrieron las puertas del mundo, para expandir un proyecto de civilización milagrosamente reconquistado.

La preocupación por España ha sido una constante que todavía permanece. Los reyes cristianos cuando no avanzaban en la Reconquista tenían mala conciencia, les pesaba el deber incumplido, sentían siempre la obligación moral ´de vencer reyes moros' o al menos ´engendrar quien los venciera', Y no es que España ´tuviera' un proyecto o varios, como otros reinos en ese tiempo, es que España ´era' un proyecto que se identificaba con la vida nacional y con la vida personal de cada uno de nuestros antepasados. Por eso, lo que se ha denominado la ´preocupación por España' no es en realidad ningún ´problema', sino un componente de nuestra personalidad, un rasgo adquirido en los siglos de lucha cuerpo a cuerpo contra nuestros enemigos. Estar preocupados por España es la forma más natural de ser españoles.

Gracias a la Reconquista, España recobró su unidad y elaboró una conciencia nacional antes que otras monarquías europeas. Hoy las fuerzas del separatismo y los amigos de las Taifas no quieren acordarse de la Reconquista. Prefieren un juego absurdo de posibilidades ´balcánicas' que no tuvieron lugar, y reventar, con hechos diferenciales, la identidad española que nos constituye como pueblo soberano. Las Taifas moras cayeron por su realidad grotesca. Hoy las autonomías quieren parecerse a ellas, con su mito de autogobierno federal, oligárquico y despótico, con burocracias extractivas al servicio de barones territoriales, que reclaman más poder y dinero para desangrar a la España unida y reconquistada que tanto desprecian.

Vox es el único partido que se acuerda de la Reconquista y reivindica su valor permanente para la formación de nuestra identidad nacional. Vox Murcia va a pedir en la Asamblea y los ayuntamientos que el 2 de febrero sea recordado como la fiesta oficial de la Región de Murcia porque es el aniversario de la entrada triunfal de nuestros antepasados, acabando con la dominación islámica. La fecha arbitraria del Estatuto de Autonomía es una ceremonia oficial sin valor para nuestra identidad. Todo lo que somos se lo debemos a la Reconquista.

Las autonomías regionales han creado un nuevo sistema de Taifas que debemos cuestionar, porque con su traición y despilfarro buscan descaradamente la desintegración constitucional de nuestra realidad histórica. En Vox la preocupación por España no cesa nunca; el proyecto de su Reconquista tampoco.