Fue un gran gestor, un profesional único. Evidentemente no fue un excelente político porque se trataría de un oxímoron. Es más, erró cuando se comportó como un político, dicen los más sesudos analistas para explicar la dimisión. Esto es, todos los aciertos correspondieron a su faceta gestora y todos los fallos a su lado oscuro, político.

Antes, tanto el aludido como su responsable dejaron claro su condición de apolítico, resaltando su perfil profesional. «Soy médico, no político», esgrimió el interesado, nunca mejor dicho, para justificar que, como consejero de Salud, se saltara la cola para ponerse la vacuna contra el covid. «Ha sido un magnífico gestor y un ejemplo, él no es político», manifestó su jefe.

Si tu cabeza rueda es porque nada escapa de la batalla política, no porque se haya cometido una tropelía similar a la de un capitán que abandona el barco con las primeras olas. Con toda la tripulación sanitaria exhausta, batallando en primera línea, con los pasajeros más vulnerables cayendo como moscas, el que lleva el timón decide salvarse el primero porque ¿alguien lo duda? una brisa política ha obnubilado su rumbo.

Como en los mejores tiempos, la condición de político se convierte en un anatema y monotema, alentado por aquellas opciones políticas que echan de menos la dictadura. ¡Votadme a mí que yo no soy político! o ¡Todos los políticos son iguales! es la antesala de la ultraderecha, personificada en Trump. Él, como Berlusconi u otros insignes personajes, era empresario y provocó un golpe de Estado con una masa apolítica. Un leve desliz.

Tengo algunos amigos que estudian Políticas e, incluso, algunos de ellos han descubierto, tras mostrar alergia, que se trata de una ciencia imprescindible para nuestra convivencia. Tanto en su sentido etimológico, pues todos vivimos en polis, como conceptual, la palabra que creó Aristóteles constituye nuestra esencia, la historia del ser humano. Ciertamente, la corrupción y errar también forma parte de nuestro bagaje, pero no sólo entre los políticos.

Para todos aquellos que intentan desprestigiar cualquier actuación tachandola de política, igual es bueno recordar la célebre frase del poeta, comprometido ciudadano y, por tanto, político Antonio Machado: «Haced política, porque si no la hacéis, alguien la hará por vosotros y probablemente contra vosotros».